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Carromato, Olgoso y Pablo Román, en la memoria del Zaidín Rock

Carromato, Olgoso y Pablo Román, en la memoria del Zaidín Rock

Carromato, Olgoso y Pablo Román, en la memoria del Zaidín Rock

El Zaidín Rock ha pasado de ser un "gigante con pies de barro", en palabras de Isidro Olgoso, a un "mito viviente", como lo define en la actualidad su actual organizador, Paco Burgos. Mañana arranca la 38ª edición del festival gratuito más longevo de Europa, que en esta ocasión echa la mirada hacia atrás y rinde homenaje a tres de sus grandes figuras: José Ibáñez, más conocido como Carromato, un histórico del heavy metal granadino; Pablo Román, miembro de Alquitrán, una de las primeras bandas en tocar en el festival, Darro y Magic; y el propio Olgoso, su fundador.

Burgos destaca como una de las novedades de esta edición este triple homenaje, con el que se busca poner de relieve la importancia que los tres tuvieron dentro del distrito. De una forma u otra, Carromato, Román y Olgoso dedicaron su vida al Zaidín, un barrio que supo agradecer este amor y que este año les dedica, como agradecimiento, uno de sus máximos exponentes.

Además del homenaje, Burgos también señala la fuerte presencia de bandas granadinas que actúan este año. "Este año tenemos diez grupos granadinos de trece en total. Prácticamente el 80% del festival es granadino", destaca el organizador.

Para él, esta cifra no es extraña, ya que Granada es una ciudad en la que "está cada vez más emergiendo el rock de un tiempo para acá". Esto es posible porque estos grupos trabajan "con mucha constancia", explica Burgos, para seguir adelante con sus carreras musicales. Por este motivo, en la ciudad de la Alhambra "hay grupos de rock como para hacer varios festivales del Zaidín", sentencia el organizador.

Entre las diez bandas granadinas se mezclan formaciones consolidadas como María del Mal o Eskorzo, con otras más jóvenes, por ejemplo Carmencita Calavera o Vúfalo. Junto a los grupos made in Granada, el cartel se completa con otros nombres como Sôber, los cordobeses Trigo Sucio, los madrileños La tienda del tiempo y el rock poco ortodoxo de Mojinos Escozíos, que serán los encargados de abrir esta nueva edición.

A todos estos hay que añadir otros grupos alejados de este género musical como es el caso de Aslándticos o de Muchachito. Burgos explica que el Zaidín Rock no es un "festival elitista", de ahí que aunque "el 95%" del cartel sea rock, también dé cabida a otros estilos musicales, ya que el festival es "una vía de escape o de promoción" para muchos grupos de música.

Con todos estos nombres, el festival pretende congregar entre "30.000 y 50.000 personas" en los alrededores del Estadio los Cármenes, según detalla Burgos, quien asegura que al Zaidín Rock todavía le quedan muchas páginas por escribir, pero no puede detallar mucho más del futuro del evento. Así, considera que lo ideal sería que se mantenga "gratis de por vida", pero sino no habría "ningún problema" aunque, eso sí, "habría que cambiar la mentalidad". Cabe recordar que el festival cobró entrada en 2011 por primera, y única, vez en su historia, de ahí que Burgos no vea esto como un problema.

Además, el organizador no cree que el hecho de ser un festival gratuito sea algo que coloque al Zaidín Rock por encima del resto de festivales. Él aboga por un término intermedio y afirma que "la música ni gratis, ni cara" y añade "por las cosas hay que pagar".

Tampoco puede asegurar que los conciertos sigan celebrándose en el mismo lugar. El Zaidín Rock llegó el pasado año a su actual localización, pero como cuenta Burgos no es ese "lugar estable y fijo" que llevan reclamando tantos años. El organizador considera que el festival "se merece" tener un sitio fijo después de tantos años, al tiempo que asegura que un evento de este tipo, fuera de nuestras fronteras, tendría una valoración muy diferente a la que tiene ahora.

Gratis o pagando. En su emplazamiento actual o en uno nuevo. Nada de eso importa para Paco Burgos, quien considera que lo fundamental del Zaidín Rock es que "vive, sigue estando", y lo hace gracias al granito de arena que aportan todas las personas que están detrás, contribuyendo a que a mejorar el barrio del Zaidín, como en su día hicieron, cada uno a su manera, los tres homenajeados de esta edición del festival.

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