Simpatía. Así se llama el nuevo disco. "Le puesto ese título porque ése es mi estado de ánimo ahora, porque todos los temas tienen como una sensación de bienestar", dice. "Tal vez porque disfruté mucho de todo el proceso. De cualquier modo, he cumplido un sueño". A Celia Mur, una de las mejores cantantes de jazz de Granada, se le nota feliz con su nuevo disco, que sale ahora en Gran Bretaña y en septiembre saldrá en España. "He querido apostar por el mercado internacional", explica. Y lo ha hecho con fuerza.

Simpatía es un disco con una larga historia. "Lo grabé en enero y febrero del año pasado en dos etapas", comenta la cantante. "La primera fue en Zúrich, en Suiza, y la segunda, en Nueva York". Mur conoció al pianista suizo Chris Wiesendange, quien se interesó mucho por los temas de la cantante y terminó siendo el director musical del disco. "En Suiza hicimos los temas brasileños del disco porque allí estaban los músicos", recuerda. "También grabamos la sección de cuerdas de un tema con músicos de la Opera House de Zúrich. Luego nos fuimos a Nueva York".

Acompañada por Antonio Sánchez a la batería, Ben Street al contrabajo, Mark Turner al saxo y Chris Wiesendange al piano, Mur se metió en los estudios Searsound de Manhattan para cumplir un sueño: los temas que había compuesto su padre, el guitarrista y compositor flamenco Antonio Fernández de Moya, y que ella tenía asociados a su infancia. También hizo una versión de una canción del siglo XV, Las tres morillas, una versión en inglés de I have dreamed, de Rodgers Hammerstain, y dos temas en portugués, Rapaz de bem y As rosas nao falam, un tema que la introduce en el fado por la puerta grande. En Nueva York se encontró, además, con el cantaor flamenco Antonio Campos, que decidió colaborar con ella en el estudio. El resultado es una sorprendente mezcla de jazz y flamenco, dos géneros que Celia Mur domina a la perfección.

El resultado general es un disco absolutamente variado en el que Celia Mur despliega una voz portentosa y explora nuevos universos en su creatividad.

"Mi idea era hacer un proyecto muy personal, muy honesto. Para la gente de fuera, el disco les resulta muy exótico". Hasta tal punto que el sello independiente inglés Rhythm & Muse decidió editarlo. Celia Mur aceptó el reto.

"Mi apuesta es para que suceda algo con él fuera de España, porque aquí se ha vuelto muy complicado hacer cualquier cosa ahora", dice. "Hay mucho intrusismo ahora en el mundo del jazz. Soledad Jiménez, la ex cantante de Presuntos Implicados, dice ahora que hace latin-jazz y de pronto la contratan para todos los festivales de jazz del país. Eso a los profesionales nos molesta un poco. Que diga que haga pop, no que hace latin-jazz".

El sello discográfico ha subido el disco a internet para que pueda ser adquirido a través de iTunes. Resulta curioso que, ante la crisis discográfica actual, el disco se venda en Gran Bretaña y no en España. "Aquí se distribuirá en pequeñas tiendas especializadas", comenta la cantante. "O también en mis conciertos en directo".

También resulta curioso otro hecho: "Es más barato grabar en Estados Unidos que en España. En Manhattan estuve en un estudio histórico de jazz con algunos de los mejores músicos. Aquí, cuando proponía el proyecto, lo primero que me pedían era el dinero". "Yo me autoproduzco todos mis discos y ésta ha sido una apuesta muy grande. Pero yo he hecho lo que tenía que hacer. Sé que es un trabajo que debe estar ahí", añade.

La cantante, que actualmente reside en Valencia dando conciertos e impartiendo clases de canto, comenzará en septiembre la gira española de presentación de Simpatía. También estará presente en Granada mientras comienza a preparar su próximo disco, "un trabajo basado en música brasileña esencialmente inspirándome en compositores de allí". Para Celia Mur comienza una nueva aventura mientras su nuevo disco se echa a andar en un mercado cada vez más difícil.