Christian Zacharias, uno de los principales directores invitados de la Orquesta Ciudad de Granada (OCG), se pone esta temporada por primera vez al frente de la formación, en su doble condición de director y pianista, en el primer concierto del ciclo Directores intérpretes, que continuará con el violinista Gordan Nikolic (16 de febrero) y el pianista Javier Perianes (12 de abril)
Bajo el título Mi madre la oca, Zacharías dirigirá la orquestación que él mismo compositor hizo de la suite pianística, e interpretará el Concierto para piano núm. 27 de Mozart y cerrará el programa con la Tercera sinfonía de Schubert. El Auditorio Manuel de Falla será la sede de esta primera sesión, a las 19:30 horas.
El concierto de Zacharias incorpora tres obras maestras indiscutibles representativas de un clasicismo en plena madurez, de un romanticismo primerizo y de un impresionismo muy cualificado. Tres épocas, las dos primeras muy próximas. Tres músicos geniales. Y un pianista y director consecuente.
Con una combinación única de integridad e individualidad, una expresividad lingüística brillante, un profundo entendimiento musical y un instinto artístico seguro, junto con su carismática y atractiva personalidad artística, Christian Zacharias se ha establecido no sólo como un gran pianista y director, sino también como un gran pensador musical. Han sido numerosos los conciertos con las mejores orquestas y directores del mundo, así como múltiples honores y grabaciones lo que caracteriza su prestigiosa carrera internacional.
En general, construye en el repertorio clásico y romántico un importante enfoque musical, como se muestra en los compromisos con la Orquesta de la Ópera de Frankfurt, Orquesta Filarmónica de Montecarlo o la Orquesta della Svizzera Italiana. Zacharias presenta también obras más modernas en sus programas, como obras de Schoenberg y Bruckner.
A lo largo de su dilatada carrera, Zacharias mantiene una relación privilegiada con la Orquesta de Cámara de Sant Paul, Orquesta Sinfónica de Gotemburgo, Orquesta Sinfónica de Boston, la Orquesta de Cámara de Basilea, Orquesta Sinfónica de Berlín, Konzerthausorchester y Bamberger Symphoniker. Siente una gran cercanía por la ópera y ha dirigido producciones de La Clemenza de Tito y Las bodas de Fígaro de Mozart, así como La Belle Hélène de Offenbach. La producción de Las alegres esposas de Windsor, de Nicolai, que dirigió en la Opéra
Real de Wallonie en Lieja, fue galardonada con el Prix de l’Europe Francophone 2014, concedido por la Association Professionnelle de la Critique Théâtre, Musique et Danse en París.
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