Uno no sabía dónde estaba ayer cuando entraba al backstage de El Circo del Sol en el Palacio de Deportes. Decenas de etiquetas de colores, a cada cual más chillón, nos dirigían hasta la cafetería, los distintos bastidores, o la sala donde ponen a punto el vestuario y los accesorios. Hasta llegar al escenario, obra de Jean Rabasse y que enfrenta una parte del público con la otra, los periodistas se cruzaban por los pasillos con el personal técnico y también con acróbatas ensayando. Horas después, el público granadino vivía un emotivo, carnavalesco y festivo viaje de la mano de Mauro, el protagonista de Corteo. Un recorrido por la vida de este payaso que, junto a sus compañeros con habilidades increíbles, se convirtió en una celebración de la vida por todo lo alto.

Maxwell Batista, publicista de la gran compañía canadiense, define el espectáculo como "un homenaje al circo tradicional". "Mauro es un personaje de ficción, pero tiene un poco de cada uno de nosotros que trabajamos en el circo de la vida. Él sueña con su propio funeral pero de una manera carnavalesca y festiva. Durante el montaje va a recordar todos los momentos increíbles de su vida: cuando era un niño y saltaba en la cama, cuando viajaba por el mundo con el circo, cuando conoció a los amores de su vida. Sus amigos van a visitarlo y a darle el último adiós. Pero también van a demostrar todas las habilidades increíbles que poseen", explica recién empezada el amable paseo entre bambalinas.

Un momento del número 'El baile de helio' donde una mujer vuela las cabezas del público.

El equipo de Corteo llegó el lunes por la tarde a la ciudad después de estar dos semanas de gira en Lisboa. "Este lunes nuestro equipo de técnicos -unos 34-trabajaron con 100 personas que son contratadas en cada ciudad para encargarse del montaje. Para armar todo esto hacen falta 10, 12 horas", explica Batista. Respecto a la rutina de ensayos, depende de lo que cada uno haga en el montaje. "Como en España los espectáculos comienzan más tarde, tienen más tiempo de disfrutar de la ciudad. Algunos ya fueron a la Alhambra, estuvieron en el centro, se acercaron a espectáculos de flamenco y comieron tapas", resume con una sonrisa. Algunos de los acróbatas están desde las 12 de la mañana en marcha. "Ensayan fuera y dentro del escenario. Y hacen sus ejercicios. Luego pueden tardar como una hora en el maquillaje. Añade dos horas de show. Ocho horas de trabajo en total", señala.

Entre lo más imponente de Corteo está la escenografía, obra de Jean Rabasse, la cual divide la carpa y su escenario giratorio en dos. "El público que está sentado aquí puede ver la reacción del público del otro lado", señala Batista a la par que destaca el equipo multidisciplinar que arropa el montaje. Hay actores, bailarines, cantantes, músicos, gimnastas, gente del mundo de los deportes, de escuelas de circo. "Es un grupo tan único. Son 52 artistas de 18 países distintos. Más las 60 personas que trabajan entre bastidores. En total, son 110 personas viajando y las que hacen posible que el espectáculo se pueda ver todas las noches", precisa el publicista del Circo del Sol.

Deportista de élite

Uno de los números donde se utilizan las lámparas trapecio.

Un porcentaje alto de los artistas que trabajan en la compañía han sido deportistas de alto nivel. "Basta con ver el acto final de Corteo. Se llama Tournik. Hablamos de 12 artistas que se cruzan en el acto combinando técnicas de barra horizontal con artes circenses. Estuvieron en el equipo nacional de gimnasia de Cánada, Rusia, Japón, Estados Unidos. Hicieron gimnasia toda su vida y tienen habilidades increíbles", subraya. Sin olvidar el potente equipo de sonido y de luces, donde cuentan con modernos sensores para iluminar a sus artistas, y el vestuario con 2.000 piezas -los 260 trajes han sido por la diseñadora Dominique Lemieux-.

¿Qué van a ver en Corteo? Prepárense para acrobátas de alto nivel, música en directo, actores maravillosos, malabares, juegos con hula hoops –en los pies incluidos–, combinaciones de contorsiones imposibles... "Uno de los números se llama El baile de helio. Una de las artistas va a volar encima del público con los globos. Es uno de los momentos más dulces. El público puede ser parte del espectáculo. La van a levantar. Es mu divertido, tierno y gracioso", adelanta el publicista de la compañía.

El actor brasileño Marcelo Perna se encarga de dar vida al Payaso Blanco. "Es un personaje bastante importante dentro del espectáculo. Él conoció a Mauro de pequeño. Vio en él que dentro del niño había un actor. Él se torna un gran amigo de Mauro y trabajan juntos", subraya. Vendría a ser el proyectista de Cinema Paradiso y Mauro su Toto. "Ajá, es una relación similar", afirma. "Yo me pongo el vestuario más caro de Corteo (ríe). Y luego es una hora de maquillaje. Cuando puede intenta poner orden en el escenario. Tiene un poco de poderes sobrenaturales. Levanta la cortina. Él cree que tiene”, cuenta entre risas.

El protagonista de 'Corteo' sueña su funeral.

El mensaje que le deja Corteo, dice "es que cuando haces las cosas con corazón y amor el universo te devuelve el doble". "Tenemos que hacer lo que nos gusta. La mayor parte de la gente no lo hace porque tienen que sobrevivir. Yo soy un actor muy feliz porque hago lo que siempre quise hacer", reflexiona Perna, que aconseja a los jóvenes intérpretes "trabajar mucho, tener capacidad de resiliencia y hacer las cosas con corazón y fe".

Maxwell Batista se despide de nosotros tras dos horas de explicación con una perla: "El Circo del Sol despierta en la gente sentimientos. Uno no viene aquí a ver la gente saltando. Es una combinación de música, escenario, luz, maquillaje. Te hace sentir algo. Uno no ve un artista volando en el escenario, sino de todo lo que se compone".

Según Batista, la compañía canadiense se trata de "una empresa que reinventó una forma de arte distinta: mezcla de artistas de calle, de circo, acróbatas, deportistas". "El objetivo es contar a la gente una historia y que se olviden de todo lo que está pasando fuera. Nuestros espectáculos hablan con la gente. Da igual de donde seas", concluye. El idioma del arte no entiende de fronteras, ni idiomas.

El acróbata juega con el aro en un momento del espectáculo.