El Circo del Sol, metrópolis de saltos

El Circo del Sol llega en septiembre a Granada con Saltimbanco, un espectáculo con la impronta característica de la compañía, inspirado en la estructura urbana de las grandes metrópolis y en sus pintorescos habitantes. Decididamente barroco en su vocabulario visual, el eclecticismo del elenco de personajes del espectáculo transporta al espectador a un mundo onírico, una ciudad imaginaria en la que la diversidad se convierte en el motor de la esperanza.

El Palacio de Deportes es el lugar escogido por El Circo del Sol para hablar de los protagonistas de una ciudad fabulosa. "En la ciudad hay hombres, mujeres y niños. En la ciudad hay gente que tiene mucho y gente que no tiene nada; hay gente que pasa sin decir nada y gente que molesta. En la ciudad hay gente que tiene ojos pero no puede ver, que tiene oídos pero no puede oír. En la ciudad hay gente a la que se da poca importancia y los héroes de la lucha diaria. En la ciudad hay un reino animado, vagabundos, pintores y artistas callejeros, que encantan nuestro mundo..."

Ésta es la tarjeta de presentación del director Franco Dragone en el programa de mano para dar paso a Saltimbanco, palabra italiana antigua que significa artista callejero. A través de ellos explora la experiencia urbana en sus múltiples formas: las personas que habitan en la ciudad, sus peculiaridades y sus semejanzas, sus familias y grupos, el ajetreo de las calles y la imponente presencia de los rascacielos. En medio de caos, calma, proezas y poesía, Saltimbanco invita al espectador a hacer un viaje alegórico y acrobático al corazón de la ciudad.

La obra fue, en el momento de su estreno en 1992, el espectáculo que consolidó la proyección mundial del Circo del Sol. Un grupo fundado por un acordeonista, caminante con zancos y tragafuegos llamado Guy Laliberté, que hoy preside esta empresa como el gran ejecutivo de una multinacional. Saltimbanco es el fruto colectivo del núcleo duro de la compañía: Franco Dragone (director), Gilles SteCroix (director creativo), Serge Roy (director artístico), René Dupérè (director musical), Dominique Lemieux (vestuario), Michel Crête (escenografía), Debra brown (coreografía) François Bergeron (sonido) y Luc Lafortune (iluminación).

El Circo del Sol es algo muy diferente a los circos de domadores de leones y payasos populares que acuden a los pueblos y ciudades cuando tiene lugar su feria. Saltimbanco, y todo el repertorio posterior de la compañía, sintoniza con la recuperación que el teatro contemporáneo ha hecho del circo como arte, alejándolo de la barraca de feria y estilizándolo. Pero Dragone y los suyos evitan muy mucho restarle emoción y vitalidad, justo al contrario, su planteamiento es lograr una celebración euforizante de música, danza, acrobacias y comedia, con argumento y banda sonora propios que refuercen el lenguaje universal del movimiento humano.

Como anuncian en su web, "recientemente tuvimos una magnífica experiencia en nuestras actuaciones en recintos españoles y nos complace anunciar que volvemos a España para presentar una serie limitada de representaciones de Saltimbanco en Zaragoza, Granada y Madrid".