Federico García Lorca vuelve a la Alhambra. La obra Poema del cante jondo en el Café de Chinitas, a cargo del Ballet Flamenco de Andalucía bajo la dirección de Cristina Hoyos podrá contemplarse en el anfiteatro del Generalife desde el 21 de julio hasta el 29 de agosto. El verano será lorquiano un año más.

Con guión y dirección escénica de José Carlos Plaza y coreografía de Cristina Hoyos, la obra pretende mostrar sobre el escenario el enfrentamiento entre dos mundos: por un lado el glamour y el bullicio del Café de Chinitas, famoso local madrileño en el que en los años veinte y treinta se daban a conocer los cantaores flamencos, y por otro, la sobriedad y austeridad del cante jondo. "Hemos buscado un Café de Chinitas inventado", señaló ayer José Carlos Plaza, "para resaltar la austeridad del flamenco".

Ésta es la tercera vez que José Carlos Plaza y Cristina Hoyos colaboran juntos. Primero lo hicieron con la obra teatral Yerma, después participaron en Romancero gitano y ahora con este nuevo montaje. "La sensación que tengo", dijo Plaza, "es que el Ballet Flamenco es una joya y trabajar en el Teatro del Generalife es un sueño".

"Somos un equipo del que estoy encantada", señaló por su parte Cristina Hoyos. "Es el mismo equipo que hizo Romancero gitano y yo me siento muy orgullosa de estar aquí. Mis teatros mágicos están en Granada y Atenas. Yo quiero que Andalucía se sienta muy orgullosa de nuestro Ballet Flamenco".

El nuevo espectáculo forma parte del ciclo Lorca y Granada en los jardines del Generalife que se puso en marcha hace siete años y que ha reunido hasta el momento, en sus diferentes ediciones, más de 360.000 espectadores. "Este ciclo es una atractiva fórmula que se ha ganado el calor del público", indicó por su lado Rosa Torres, la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía. "El ciclo está en el mismo nivel de calidad que el Festival Internacional de Música y Danza, que el Festival Cines del Sur o la programación de Los Veranos del Corral", añadió. "Siempre hemos optado por producciones de gran nivel y entre los coreógrafos que participaron en los espectáculos para el Generalife han estado Antonio Gades, Mario Maya, José Antonio, Blanca Li o Cristina Hoyos".

La consejera definió el espectáculo que se representará a partir del día 21 como "una obra difícil, sensual, profunda, en la que Lorca se sumerge en las entrañas del flamenco".

Cristina Hoyos y José Carlos Plaza concibieron la obra "dentro de un café cantante con lámparas de cristal y espejos verdes, sobre cuyo escenario se interpretan temas como El zorongo, El vito, Los cuatro muleros y otros grandes éxitos populares de los años treinta que contrastan duramente "con la austeridad y la verdad del cante jondo".

"El ambiente que se crea en esta obra es un sueño-pesadilla en el que se viven emociones y sensaciones de soledad, huida hacia adelante provocada por la desesperación a través de las drogas, el alcohol o el sexo fácil", explican los responsables en la documentación de la obra. "En cuanto a los personajes, los hay impuros, frente a la pureza del cante jondo, sucios, frente a la limpieza del cante jondo; y huidizos, cobardes, frente a la valentía y la fuerza del cante jondo".

A juicio de Cristina Hoyos, "el flamenco envenena a Lorca, lo transforma y lo llama a las más altas cotas de la poesía". "Todos nosotros sentimos las palabras de Lorca como elementos vivos que huelen, tocan, saben y se mueven. Hieren. Son palabras vivas que nacen de la preocupación, el contacto y las vivencias del poeta sobre el sonido de su tierra".

La obra cuenta con Mariano Bernal como primer bailaor y ayudante de la coreografía. "El montaje ha sido una experiencia impresionante", dijo ayer. "Es un espectáculo que huele, que sabe a Lorca. El Generalife es ya como nuestra casa".

El precio para ver el espectáculo es de 20 euros, aunque costará 10 para aquellos que lo compren de forma anticipada antes del 20 de julio.