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Cultura y ciencia 'caminan' juntas en la Feria del Libro

  • El director del Instituto de Astrofísica de Andalucía reivindica el hermanamiento de ambas en un pregón con los libreros y las mujeres científicas como protagonistas

Las aventuras de Tintín, Astérix, El club de los cinco. El director del Instituto de Astrofísica de Andalucía, Antxon Alberdi, arrancó ayer su pregón en la 37º edición de la Feria del Libro aludiendo a estos títulos para explicar su amor por la literatura. Aquella pasión se fraguó en la biblioteca de su padre, un militar "educado en la tolerancia", cuando apenas levantaba un palmo del suelo. "Mi niñez es la imagen de una familia numerosa con una casa donde siempre había libros", describió emocionado. Alberdi, como muchos otros niños, no pudo resistirse a las aventuras del intrépido reportero Tintín y su inseparable fox terrier de pelo blanco.

"Soy físico, y me apasiona la lectura. No son incompatibles", afirmó a los pocos minutos. El pregón de Alberdi, lleno de referencias a mujeres valientes, consiguió transmitir un mensaje conciliador y muy necesario: la ciencia y la cultura caminan juntas y "en la misma dirección". Aunque no siempre fue así. El director del Instituto de Astrofísica de Andalucía recordó "el gran debate de las dos culturas" que tuvo lugar en 1959 entre el crítico literario Frak Raymond Leavis y el científico y novelista Charles Percy Snow.

La Carpa de la Ciencia reconocerá el trabajo de Margarita Salas o las calculadoras de Harvard

El primero sostenía que "no se debía confundir lo que era una actividad asociada a la cultura, donde lo que se hace es enriquecer el espíritu, de lo que es una mera adquisición de nuevos conocimientos". Mientras que C. P. Snow "aspiraba reformar la Universidad, proponiendo un acercamiento mayor a la ciencia y a la técnica, y alejándola de las humanidades".

Alberdi también mencionó durante esta parte del pregón una polémica similar, esta vez entre los intelectuales José Ortega y Gasset y el ya mentado Miguel de Unamuno a principios de siglo XX. En cualquier caso, zanjó, "el debate está superado. Las distancia entre las dos culturas -la científica y la humanística- se han ido reduciendo, y el muro que dificultaba la comunicación entre los integrantes de cada una se ha ido derruyendo".

La Carpa de la Ciencia de la Feria, organizada por tercer año consecutivo en colaboración con el Instituto de Astrofísica de Andalucía y el Parque de las Ciencias, lo demuestra. Este año, además, la carpa, bajo el título Científicas contra viento y marea, rinde homenaje a mujeres como Margarita Salas, Rita Levi-Montalcini, Lise Meitner o las calculadoras de Harvard. "Son las grandes olvidadas, las mujeres científicas, cuyo acercamiento a la ciencia como en todos los campos de su vida pública, supuso más trabajo y esfuerzo", señaló el pregonero durante la parte más feminista de su discurso, donde también hizo hincapié en Mary Shelley, "una mujer rompedora" y autora de uno de los clásicos de la literatura de terror, Frankenstein.

La última parte del pregón se centró en el reconocimiento de dos personalidades de la ciencia y la cultura recientemente fallecidas: Stephen Hawking y Antonio Fraguas Forges. "La aportación del primero ha sido fundamental en el estudio de los agujeros negros, describiendo un nicho de la naturaleza donde la gravedad cuántica encontraba acomodo natural. También ha sido capaz de comunicarlo a la sociedad, con libros de divulgación que son best sellers, y convertirse en un símbolo de la superación humana", destacó. Como colofón, Alberdi se despidió con una frase de Forges, "un grande que ha representado mejor que nadie a España con sus viñetas": "La piedra es el único objeto inanimado capaz de tropezar dos veces con el mismo hombre".

El azar hizo que Alberdi y Rafael Guillén, al que le fue entregado el premio de la Feria por su "brillantísima trayectoria", coincidieran dedicando un espacio a los libreros en sus discursos. Mientras que Alberdi, donostiarra de nacimiento, destacó la labor de la librera de Lagún María Teresa Castells -ya fallecida-, "que en sus 50 años de historia ha sido todo un símbolo de la lucha por la reconciliación"; el poeta se deshizo en halagos para los libreros, los cuales "están manteniendo viva esa llama, esa historia escrita en los libros".

"El progreso es inevitable, pero en algunos aspectos se dan cabida a nuevas técnicas que han sustituido a otras antiguas al que le teníamos un gran cariño. Hablo de los libros. El libro es un compañero. Eso no ocurre con las tabletas", reivindicó Guillén tras recibir una escultura en bronce de un abrecartas, obra de la reconocida artista Soledad Sevilla y donado por la Diputación, como premio a su larga carrera literaria.

En los libros, señaló, "se sustenta la historia entera: la científica, la filosófica, la literaria. Si desaparecieran los libros el pensamiento también lo haría". Al final de su intervención, el escritorrememoró aquel tiempo en que las páginas de los ejemplares se abrían con plegadera porque estaban sin desbarbar. "Se leía con el olfato y, sobre todo, con el tacto. Era algo tan distinto a la mecánica de una tecla", reflexionó el que fuera pregonero de la primera Feria del Libro de Granada. Ahora, más de tres décadas después, la fiesta de la literatura sigue en pie y con ganas de guerrear.

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