Noviembre se convierte, un año más, en el mes para el recuerdo a Manuel de Falla, una de las figuras indiscutibles y rotundas de la cultura granadina, ya que vivió y desarrolló su actividad en la ciudad durante dos décadas, y también del mundo entero, ya que la trascendencia de su música y su obra es esencial para comprender la historia y el arte del siglo XX. Con este motivo, el Ayuntamiento de Granada, a través del Archivo Manuel de Falla y el Auditorio Manuel de Falla, con la colaboración de la Orquesta Ciudad de Granada, el Festival de Música Española de Cádiz Manuel de Falla, la Universidad de Granada, el Ministerio de Cultura y Deporte y Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, ponen en marcha la 28 edición de los Encuentros Manuel de Falla, que en esta ocasión está dedicados al centenario de la celebración del Concurso de Cante Jondo, del que Falla junto a intelectuales del momento como Federico García Lorca o Manuel Ángeles Ortiz fue uno de sus grandes valedores.

Bajo el título El devenir del canto primitivo andaluz, estos encuentros no se limitan al recuerdo del pasado sino que, tal y como ha apuntado la concejala de Cultura, María de Leyva, “suponen una profunda reflexión hacia el futuro y la posibilidad de crear nuevas tendencias”. Recordarán también dos importantes centenarios como son el de la muerte de Felipe Pedrell y el de los conciertos que ese año tuvieron lugar en el Hotel Alhambra Palace.

Se desarrollarán del 4 al 26 de noviembre, contarán así con un total de ocho conciertos, cuatro exposiciones y dos conferencias-recitales que exploran las posibilidades contemporáneas para seguir creando arte y cultura tanto en Granada como en Cádiz, la ciudad hermanada por Falla, y que tendrá un papel también destacado en esta edición de los Encuentros.

Precisamente, la presentación de estos encuentros se ha desarrollado en el Teatrillo del Hotel Alhambra Palace; un lugar que tal y como ha recordado la gerente de la Fundación Archivo Manuel de Falla, Elena García de Paredes, está “estrechamente ligado a la historia de los eventos que se conmemoran en esta edición.

Conciertos

En el apartado musical, los encuentros se abrirán el viernes 4 de noviembre con un concierto en el Auditorio Falla titulado Mundos sonoros paralelos con el pianista Juan José Muñoz Cañivano, que interpretará obras de Debussy, Bortkewicz y Khachaturian; y continuarán con un recital del pianista Claudio Carbó Montaner el domingo 20 de noviembre integrado dentro del ciclo Piano con sabor. Además, también se procederá al estreno de la obra La música de las esferas por parte de la Orquesta Ciudad de Granada, en un doble concierto que se podrá disfrutar el viernes 25 de noviembre en Granada y un día más tarde en Cádiz. El propio gerente de la OCG, Roberto Ugarte, ha resaltado la modernidad de esta propuesta, que cuenta con las videocreaciones del diseñador visual Francis López y que cuenta con la adaptación personal de dos obras de épocas, autores y tendencias bien diferentes: I suoni dei corpi celesti de Iluminada Pérez Frutos y El sombrero de tres picos de Manuel de Falla.

Conferencias

Las conferencias conciertos estarán protagonizadas por dos momentos muy singulares en la vida de Manuel de Falla. El jueves 10 de noviembre se recordará a través de la experta Sophie Lambenbourg y del clavecinista Diego Ares la profunda amistad surgida entre Falla y Wanda Landowska, quien en 1922 ofreció dos recitales legendarios en Granada donde conoció al compositor de El retablo de maese Pedro y comenzó con él una aventura llena de pasión compartida por la música, de proyectos, de peripecias, de intrigas y de emociones que dio grandes frutos. Se complementará con la conferencia de José Ramón Ripoll el jueves 17 de noviembre acerca de Fala, Lorca y el Concurso de Cante Jondo a un siglo de distancia, que irá arropada musicalmente por la actuación de Carmen de la Jara al cante y de Juan José Alba a la guitarra.

Exposición

A la memoria de ambos José Miguel Castillo Higueras e Isabel de Falla se dedica En el fondo del mar, hasta la eternidad, la muestra que se podrá vez en la sala Zaida de Fundación Caja Rural del 10 de noviembre al 10 de diciembre y que ‘roba’ su título a un fragmento de una conocida carta-crónica que Hermenegildo Lanz legó a sus hijos y donde narra con gran desconsuelo la salida de Manuel de Falla de su casa en la Antequeruela.

Cádiz

Cádiz será sede de otra parte de estos encuentros, ya que acogerá la interpretación de la obra Las siete últimas palabras de Cristo en la Cruz a cargo del Cuarteto Casals, de Centenario del Concurso de Cante Jondo, 1922: el Tenazas de Morón y su contexto musical y de la actuación del guitarrista Nene Yokomura como clausura de la exposición Itinerancias de lo Jondo. En Cádiz también se podrán ver durante todo el tiempo que duren los encuentros las exposiciones El canto del hierro. Un homenaje a Manuel de Falla. Siete canciones populares españolas y Cádiz en Manuel de Falla. Una vida atlántica, complementando las diferentes visiones del gran compositor.  

Historia

Un 7 de junio de 1922 se celebró en ese Teatrillo del Hotel Alhambra Palace la fiesta en la que Antonio Gallego Burín leyó el texto El Cante Jondo (canto primitivo andaluz). Sus orígenes, sus valores musicales, su influencia en el arte musical europeo -anónimo por voluntad de los organizadores, aunque hoy se conoce que fue escrito por Manuel de Falla-, Federico García Lorca leyó algunos fragmentos de su Poema del Cante Jondo, y todo ello acompañado por las guitarras “en el viejo estilo andaluz” de Manuel Jofré y de Andrés Segovia.

Ese mes y en el mismo teatrillo, se celebró un concierto de cantos populares ingleses, que contó con las palabras del director de la revista londinense Fanfare, y del director de la Schola Cantorum de Nueva York. Ursulla Greville cantó acompañada al piano por Kurt Schindler y Manuel de Falla.

También en el Hotel Alhambra Palace, unos meses después, la gran clavecinista Wanda Landowska ofreció dos recitales de clave. El encuentro entre Wanda Landowska y Manuel de Falla marcó un giro decisivo en la música de Falla, que dio sus frutos entre otras obras en El retablo de maese Pedro y, sobre todo, en el Concerto per clavicémbalo (o pianoforte), flauto, oboe, clarineto, violino e violoncello, que han dejado su huella en la historia de la música occidental del siglo XX.

Felipe Pedrell (1841-1922), padre del nacionalismo musical español, contó con destacados discípulos como Manuel de Falla, Isaac Albéniz, Enrique Granados, Joaquín Turina o Roberto Gerhard. El interés de Pedrell por la música de los gitanos de España le llevó a proponer a Manuel de Falla en 1902 la composición de La vida breve, con un argumento gitano. Gracias a su influencia, Manuel de Falla apostó en una primera etapa por la utilización del canto popular, que propició la organización del Concurso de Cante Jondo, y se centró a partir de entonces en la utilización de la música histórica española, impulsando el uso del clave de la mano de Wanda Landowska.