Delicioso encuentro con el Corregidor y la Molinera
Crítica de música cine
Xxii encuentros manuel de fallaHHHHH
Programa:Enrique Granados, 'Danza de los ojos verdes', 'Elisenda', 'La maja dolorosa' y 'La maja y el ruiseñor'; Manuel de Falla, 'El corregidor y la molinera'.Orquesta Ciudad de Granada. Director: Cristóbal Soler. Solista: Lorena Valero (mezzosoprano) y Douglas Riva (piano). Lugar y fecha: Auditorio Manuel de Falla, 25 de noviembre de 2016
La vigésimo segunda edición de los Encuentros Manuel de Falla recupera la música de Enrique Granados en los últimos estertores del centenario de su fallecimiento, y lo hace de la mano de la mezzosoprano Lorena Valero y del pianista Douglas Riva, ambos junto a la Orquesta Ciudad de Granada dirigida por Cristóbal Soler.
Como era de obligado cumplimiento, de este modo el Archivo Manuel de Falla ha querido sumarse a un centenario que a lo largo de este año nos ha regalado numerosas oportunidades de redescubrir la música de Enrique Granados, cofundador junto a Isaac Albéniz y al propio Manuel de Falla de una escuela de nacionalismo musical basado en el respeto al folclore y al patrimonio histórico por igual.
El concierto se inició con una selección de piezas de Enrique Granados, abriéndose con una deliciosa Danza de los ojos verdes. Le siguió la suite Elisenda para piano y orquesta, magníficamente interpretada por Douglas Riva. Completando esta primera parte se interpretaron dos pasajes líricos. El primero, La maja dolorosa, pertenece al álbum Tonadillas en estilo antiguo para voz y piano, y sirvió a la soprano Lorena Valero para mostrar la belleza de su timbre, en una orquestación realizada por el propio director Cristóbal Soler. Cerrando la primera parte pudimos escuchar un fragmento de la ópera Goyescas, quizás la obra más emblemática del autor. De esta pieza se interpretó La maja y el ruiseñor, un cuadro lírico donde volvió a brillar la voz de la mezzosoprano Lorena Valero.
La segunda parte del concierto la ocupó la pantomima en dos cuadros El corregidor y la molinera, la versión escénica original que Manuel de Falla escribiera entre 1916 y 1917. La Orquesta Ciudad de Granada sonó con elegancia y precisión en la interpretación de una partitura que conocen en profundidad. Las indicaciones de Cristóbal Soler reafirmaron lo que los músicos de la orquesta por sí conocen, ofreciendo una sonoridad única y de gran belleza en múltiples pasajes, y dibujando tímbricamente cada episodio y personaje de la trama.
Especial mención requieren los vientos de nuestra orquesta, siempre correctos, a los que Falla encomienda un papel narrativo primordial para comprender la obra. Fue, en definitiva, una gran versión de esta partitura, que no por bien conocida es menos disfrutada por el público, el cual agradeció con una prolongada ovación el delicioso encuentro con el corregidor y la molinera que esa noche nos regaló la OCG.
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