Dudamel entusiasma en su primer Concierto de Año Nuevo en Viena
El venezolano se convirtió a sus 35 años en el director más joven en dirigir el evento, que en 2018 volverá a contar con Riccardo Muti
El venezolano Gustavo Dudamel se convirtió ayer, con 35 años, en el maestro más joven en dirigir el célebre Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, con un programa alegre y salpicado de novedosas sorpresas que entusiasmó al auditorio. El público de la Sala Dorada del Musikverein de Viena, en donde se pudo ver a la novia del artista, la actriz española María Valverde, premió el estilo fresco y optimista del director de la Filarmónica de Los Ángeles (EEUU) y de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, con prolongados aplausos y ovaciones.
"Vivimos en un tiempo de un poco de caos, pero como, filosóficamente hablando, cada caos tiene un orden, la música puede ser una posibilidad de recibir esperanza y belleza para así comenzar un año nuevo", dijo Dudamel en declaraciones transmitidas por la televisión pública austríaca ORF poco antes de iniciarse el evento televisado en directo a 93 países.
El programa destacó por su optimismo y ritmo alegre, como lo reflejaron las polkas rápidas y despreocupadas So ängstlich sind wir nicht (Tan miedosos no somos) o Winterlust (Placer de invierno) de Johann Strauss hijo y padre, respectivamente.
Entre las siete piezas que nunca antes habían sido interpretadas en este escenario, destacó la polka Pepita, donde las castañuelas acompañaron la melodía bella y juguetona que el llamado Rey del Vals, Johann Strauss hijo, compuso y dedicó a la bailarina española Pepita de Oliva (1830-1871), después de que ésta causara furor con su actuación en Viena en el verano de 1853.
El brío de la batuta del director latinoamericano marcó tanto la marcha Nechledil de Franz Lehár, al inicio del evento, como la obligatoria Marcha Radetzky de Johann Strauss padre, con la que los filarmónicos vieneses concluyen cada año este concierto, acompañados por las rítmicas palmas del público.
La única excepción entre las alegres melodías fue la trascendente y misteriosa Mondaufgang (Salida de Luna) de la ópera Die lustigen Weiber von Windsor, con las voces del coro Winer Singverein, de Otto Nicolai, uno de los fundadores de la orquesta vienesa. Los músicos, que estrenaron nuevos y elegantes trajes de trabajo, creados por el matrimonio de diseñadores Vivienne Westwood y Andresa Kronthaler, quisieron recordar así los 175 años de la exitosa existencia de la orquesta. Y con la polka Solo hay una ciudad imperial, solo hay una Viena rindieron homenaje a la emperatriz María Teresa I de Austria con motivo de celebrarse en 2017 los 300 años de su nacimiento. Por supuesto, no faltó El Danubio Azul (Johann Strauss hijo) que, creado hace 150 años, es considerado el segundo himno nacional de Austria. La novedad esta vez fueron las imágenes de coreografías de ediciones anteriores que lo acompañaron en la versión televisada.
Dudamel expresó junto a los músicos "Feliz Año Nuevo" en un perfecto alemán, a pesar de que, según confesó en rueda de prensa el jueves pasado, no habla ese idioma. Según dijo entonces, haber pasado a integrar la lista de grandes maestros que han dirigido este concierto, como Herbert von Karajan, Claudio Abbado, Zubin Mehta, Riccardo Muti, Nikolaus Harnoncourt, Seiji Ozawa o Daniel Barenboim, "es un sueño hecho realidad".
El próximo año, será un veterano quien vuelva a dirigir el evento: el italiano Riccardo Mutti, de 75 años, abrirá 2018 al frente de una orquesta con quien lleva colaborando muchos años y de la que es miembro de honor desde 2011. Será la quinta vez que lo hace, tras 1993, 1997, 2000 y 2004. En total, a lo largo de su carrera ha dirigido a la Filarmónica de Viena en unos 500 conciertos.
También te puede interesar
Lo último