En la exposición 'Viñetas desbordadas'

El cómic 'conquista' las paredes del Centro Guerrero por primera vez

  • Los dibujantes Max y Sergio García demuestran el inmenso potencial de las historietas llevadas a un espacio físico como el museo de arte contemporáneo granadino en su primera muestra del año 

Ubrut, un personaje antropomorfo, es el protagonista de la primera historia de Max.

Ubrut, un personaje antropomorfo, es el protagonista de la primera historia de Max. / Carlos Gil

¿Se imagina leer un cómic en las paredes de un museo mientras camina y observa boquiabierto? El Centro José Guerrero le permitirá hacerlo desde mañana gracias a la muestra Viñetas desbordadas, la primera dedicada a la historieta en la historia del espacio artístico. Los dibujantes Francesc Capdevila Max y Sergio García, autores de la exposición junto a la escritora Ana Merino, demuestran el inmenso potencial del cómic llevado a un espacio físico como la pinacoteca granadina.

"El cómic merece estar en los museos de arte contemporáneo. Muchos han organizado retrospectivas de dibujantes o se les ha invitado a intervenir en algunas colecciones, es decir, sus viñetas se han integrado en el discurso museográfico. Esta vez, los ilustradores han hecho suyo el espacio", ha explicado el director del Centro Guerrero y comisario, Francisco Baena, esta mañana durante la presentación.

El experimento, en palabras de Baena, les ha supuesto a sus autores enfrentarse a la página en blanco del museo (paredes, techos, zona de la escalera). Luego, adaptar su estilo a esas superficies. El objetivo era crear un cómic expandido concebido desde su inicio para su puesta en sala. El resultado, innovador, se traduce en decenas de historias protagonizadas por personajes humanos y antropomórficos inspirados, en algunos de los casos, en Lorca y Beckett.

Los autores de la exposición, en el centro, acompañados de Francisco Baena y Fátima Gómez. Los autores de la exposición, en el centro, acompañados de Francisco Baena y Fátima Gómez.

Los autores de la exposición, en el centro, acompañados de Francisco Baena y Fátima Gómez. / Carlos Gil

"Nos han dado la oportunidad de hacer algo que ni soñábamos", ha reconocido el dibujante catalán, primer Premio Nacional de Cómic, en referencia a la interesante muestra. El cómic es, ha sostenido, "un lenguaje artístico muy joven". "Muchos autores inquietos como yo siempre hemos sospechado que tiene más potencial que la que el papel impreso nos da. Hay muchos universos posibles en el cómic", ha destacado. Viñetas desbordadas se adentra en un universo todavía por explorar.

Un ilustrador granadino en el New York Times

Trabajos de Sergio García para el 'New York Times'. Trabajos de Sergio García para el 'New York Times'.

Trabajos de Sergio García para el 'New York Times'. / Carlos Gil

La línea de trabajo del artista granadino Sergio García se basa fundamentalmente en el dibujo-trayecto y la narración multilineal. "Siempre intento buscar ese lado experimental. Toda mi vida profesional se ha desarrollado buscando nuevas formas de narración", ha reconocido el profesor de dibujo de la UGR. Sus ideas innovadoras las plasma a menudo en ilustraciones para la sección de reseñas literarias del The New York TimesBook Review, de cuya publicación es colaborador habitual.

La exposición arranca en la sala de abajo donde se concentra parte de los trabajos de los últimos años de ambos autores. El público podrá ver desde animaciones de Max para la gira 20 aniversario de Una semana en el motor de una autobús de Los Planetas a intervenciones suyas en museos y una serie de originales de tintas sobre papel; o los trabajos de García para el mercado franco-belga y sus dibujos-murales para el New York Times.

Max decidió mantener la cualidad plana y minimalista de sus personajes de cómic en el espacio. "Se me ocurrió fabricar personajes a partir de dioramas o que salieran de las paredes. Lo deseché. No juego con las perspectivas ni en mi mundo -el de papel-", ha contado entre risas. Su proyecto, La línea, está compuesto por tres historias que se desarrollan en las paredes de las plantas bajas y primera del museo.

La primera de ellas es Vida de Ubrut, encargado de mantenimiento. Su protagonista, un personaje antropomórfico inspirado en el personaje teatral del Ubú creado por el simbolista francés Alfred Jarry, sale de un libro para cuidar la línea que atraviesa parte del edificio; camina sobre ella con su rastrillo y su cubo mientras canturrea alguna estrofa de Espíritu olímpico de Los Planetas. 

Principio de la historia de 'Vladimir & Estragón'. Principio de la historia de 'Vladimir & Estragón'.

Principio de la historia de 'Vladimir & Estragón'. / Carlos Gil

Basada en Esperando a Godot de Beckett, la historieta Vladimir & Estragón reúne a un cuervo y una corneja que, hartos de esperar a Godot, salen del libro para buscarlo en el exterior. Ubrut, Vladimir y Estragón cruzarán palabra de una pared a otra llegado un momento del recorrido. Es entonces cuando los visitantes comprenderán por qué el proyecto tiene sentido en la pared de un museo y no en las páginas de un tebeo. 

La tercera historia de Max es una coda, La farsa de Vladimir y el Caballo Blanco, con la que establece una circularidad narrativa y un juego de intertextualidades que enlazan todas las tramas. El olvidadizo Vladimir de Beckett conversa con el Caballo Blanco, personaje de El público de Lorca. "¿No te acuerdas de mí? [...] ¡El teatro imposible contra el teatro del absurdo! ¡Lo pasamos en grande, tío!", le dirá el caballo. "Es absurdo, no recuerdo nada", le contestará la corneja. El humor, seña de identidad del trabajo de Max, se verá reflejado en los diálogos y las situaciones de las tres historias.

Parte de la muestra dedicada a las ilustraciones del granadino Sergio García. Parte de la muestra dedicada a las ilustraciones del granadino Sergio García.

Parte de la muestra dedicada a las ilustraciones del granadino Sergio García. / Carlos Gil

Sergio García quería trasladar su visión de la cotidianidad en una serie de seis personajes durante una división de 12 horas. Su historia, que arranca en las escaleras de la primera planta y despliega en la segunda, enlaza con el Ubrut de Max en la línea de una parada de tren. A partir de ahí, se articula una narración multilineal que discurre por el día a día de unos personajes.

Una dibujante con agorafobia a raíz de una agresión sexual que no sale de casa; un taxista bengalí al que le apasiona la fotografía; un músico que sale del metro con su guitarra; un refugiado que es repartidor y rememora su vida de antes; una elegante señora cleptómana; y un anciano con alzheimer que revisa las instantáneas que le cuentan lo que olvida campan a sus anchas por el Nueva York imaginado por García. 

La escritora, dramaturgo y teórica de la historieta Ana Merino pone voz a este "experimento" con sus poemas, que se escucharán a medida que uno pasea por la muestra. El cómic conquista las paredes del Centro Guerrero por primera vez, y lo hace por todo lo alto.

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