firmado mister j. por J. Fernández

Érase una vez en Gotham

  • Geoff Johns y Gary Frank crean su propia versión sobre los orígenes de Batman conservando elementos constantes en series anteriores

Después de remozar los inicios de Superman en la miniserie Origen Secreto, el dúo creativo compuesto por el escritor Geoff Johns y el dibujante Gary Frank se atreve ahora con el de Batman, el otro icono por excelencia de DC. Batman Tierra Uno trae al lector el enésimo recuento del origen del hombre murciélago, aquello del niño rico que asiste estupefacto al asesinato de sus padres a la salida del cine, se obsesiona más y más con el paso de los años, se disfraza de murciélago y se convierte primero en torpe luchador contra el crimen y luego en temible superhéroe, en leyenda, por usar el mismo término que Johns.

Para un superhéroe, ninguna aventura es más importante, más significativa que la primera, y a estas alturas de la película, queda claro que no hay tal cosa como un origen de Batman -o de Superman o Spiderman, que para el caso es lo mismo-, es decir, que no hay una historia que cuente su origen. Hay muchas. Y, como en el desarrollo de un mito clásico, en todas estas historias se conservan constantes una serie de elementos, las secciones irreducibles o mitemas, que son la almendra del mito. Arriba he citado algunos de los mitemas de Batman -no sé si la torpeza inicial del personaje será uno de ellos o simple signo de los tiempos que corren, pero lo cierto es que se viene repitiendo en todas las formulaciones modernas del héroe-, y seguro que cabe añadir algunos más: la rara relación de dependencia entre Bruce Wayne y su mayordomo Alfred, la forma en que la génesis de Batman devuelve el valor a los servideros de la ley, encarnados en el comisario Gordon, el surgimiento -como si de la tercera ley de Newton se tratase- de fuerzas iguales y contrarias al superhéroe, etc.

Es verdad que esto de contar los orígenes de Batman no es nuevo. Desde la década de 1940, se ha dado de tanto en tanto una versión de la siempre fascinante historia del "quién soy y cómo llegué a serlo", y en cada vuelta surgen variaciones, que son la pimienta del guiso. Pero lo cierto es que van tropecientas veces en los últimos treinta años: una por cada ciclo de películas, más la de Frank Miller, más la de los Nuevos 52, más todas las de los incontables Elseworlds, más… Seguro que me dejo alguna. Es en este contexto de originitis en el que hay que valorar la aportación de Johns y Frank, encuadrada como está en la línea editorial denominada Tierra Uno, que ofrece precisamente nuevas versiones de los superhéroes de DC, al margen de la continuidad tradicional.

Personalmente, encuentro que el trabajo de Johns y Frank es sobresaliente. La trama del primero va a lo esencial, es sólida y convincente. Johns escribe buenos diálogos y tiene un ritmo cinematográfico. Los dibujos de Frank han ido evolucionando con los años, pero siguen mostrándose frescos y poderosos. Su narrativa es muy atrayente, su línea detallista y hermosa. La química de ambos creadores es indiscutible, y juntos ya habían firmado algunas de las mejores páginas recientes de Superman; vamos, que ya están rodados.

Si es usted de los que disfruta leyendo cómo nace un superhéroe, este es su tebeo. Si no, sepa al menos que el trabajo artístico es impecable.

Geoff Johns, Gary Frank. ECC. 144 páginas. 15,95 euros.

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