Durante más de veinticinco años Escape With Romeo ha sido un grupo de culto predilecto de los aficionados siniestros, esos recalcitrantes seguidores de la onda fría del after punk y el rock de vocación electrónica. Lo tenían todo para convertirse en favoritos de esta tendencia que arrancó en la Inglaterra de finales de los setenta y los primeros ochenta, encabezada por bandas como Joy Division, Killing Joke, The Cure o The Chameleons, y que tan profunda huella dejó en el rock alemán posterior al kraut. Bueno, todo, menos precisamente el don de la oportunidad.
Y es que el grupo liderado por el guitarrista y cantante Thomas Elbern se forma en la ciudad alemana de Colonia en 1989, diez años después del inicio del movimiento, cuando el mundo ya estaba más predispuesto para la vuelta a los guitarrazos y la propuesta orgánica del grunge. Seguramente fue esa coincidencia temporal con la parte baja del ciclo la que condenó a Escape With Romeo a permanecer durante lustros indetectable a los radares de las tendencias y a conformarse con su condición de grupo de culto.
Y ya se sabe cómo de férreas son las adhesiones a este tipo de bandas. Desde su formación, el grupo no ha dejado de publicar álbumes, una docena con material de estudio, otros tres recopilatorios, alguno más en directo -uno incluso grabado en España- y un buen puñado de singles, hasta llegar al momento actual. Su actuación de esta noche, programada en principio en Planta Baja, ha sido trasladada a BoogaClub, donde los murcianos Clara Plath ejercerán de teloneros, debido al incendio sufrido por la sala de la calle Horno de Abad.
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