La España rural, en la carrera a los Oscar
Cine
'Alcarrás', 'Cinco lobitos' y 'As bestas' es la terna de la que se conocerá la elegida el próximo 13 de septiembre
Granada/Alcarràs, el segundo largometraje de la cineasta Carla Simón, ganadora del Oso de Berlín en el festival de este año; Cinco lobitos, ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa, la cinta triunfadora del pasado Festival de Málaga, y As bestas, de Rodrigo Sorogoyen, han comenzado este jueves la carrera para llegar a representar a España en la 95 edición de los Oscar. La dureza del trabajo en el campo en una España rural que pierde población pero que, sin embargo, también es capaz de acoger a "urbanitas" y extranjeros es el escenario poliédrico con el denominador común de la ruralidad con el que España quiere ganar una estatuilla en los Óscar.
De entre estas tres películas, que fueron anunciadas en la sede de la Academia española de cine por la actriz María Pedraza, en presencia del presidente Fernando Méndez Leite, saldrá el nombre de la que iniciará el recorrido hacia el Oscar a la mejor película internacional del 2023, y que se dará a conocer el próximo 13 de septiembre.
'Alcarrás'
Si hay una cinta que ha puesto de relieve el problema coyuntural y estructural que vive el campo español es Alcarràs, la particular mirada de la catalana Carla Simón a la difícil supervivencia del cultivo de la fruta de hueso frente a amenazas "verdes" como la proliferación de placas solares. Tras la gran acogida que tuvo su debut, Verano 1993, Simón se consagró a principios de año cuando un jurado presidido por el director M. Night Shyamalan le concedió el Oso de Oro a la mejor película en la Berlinale. Su retrato de una familia de agricultores obligada a reinventarse ha convencido por su sensibilidad y sutileza a la crítica internacional, y es la favorita para ser la representante española en Hollywood. Millones de personas han recordado así que hay familias tan enraizadas en la tierra como los propios árboles, que no hace tanto las transmisiones de propiedades se hacían de palabra, que los precios en el campo distan mucho de los que se anotan en los lineales de los supermercados y que el agua es esencial en toda esta historia.
'Cinco lobitos'
Cinco lobitos, una reflexión sobre los cuidados y las relaciones familiares, triunfó en el Festival de Málaga y se ha convertido en uno de los éxitos del cine español de este año, por la verdad que desprende el trabajo de Ruiz de Azúa y las espléndidas interpretaciones de Laia Costa y Susi Sánchez. Ambientada en la zona costera del País Vasco, trata sobre la maternidad y la familia. Cansados y exhaustos de la ciudad con la llegada de un nuevo hijo, la pareja decide que la madre se instale en el pueblo costero en el que viven sus padres para asimilar los cambios que conlleva la paternidad, mientras el padre del bebé prosigue con su vida laboral.
Más allá de cómo afrontar la crianza de un bebé, la película deja entrever el estrés y la falta de tiempo que conlleva la vida en la ciudad en contraposición con la tranquilidad, el sosiego y la cercanía con los vecinos que ofrece la vida en pueblos y municipios más pequeños. Unas cualidades que se han revalorizado tras la pandemia de la covid y que han hecho que muchos pueblos estén experimentado la llegada de nuevos habitantes que dejan la ciudad para, como en Cinco lobitos, criar a sus hijos o teletrabajar desde el entorno rural.
'As bestas'
Protagonizada por Denis Ménochet, Luis Zahera y Marina Foïs, As bestas ha sido celebrada como la película más madura de Sorogoyen, un thriller que se vio en Cannes y que se proyecta con éxito en Francia, que narra la tensa convivencia con sus vecinos de una pareja de franceses instalada en Galicia. No llegará a las pantallas hasta noviembre y en esta cinta el director se recrea en escenarios naturales del interior rural gallego y el Bierzo. Durante el rodaje, se prestó especial atención a mostrar el final del verano con lugares acogedores, perfectos para el retiro, llenos de zonas verdes y bosques frondosos. También una parte se grabó en invierno para mostrar cómo un paraje apabullante puede volverse oscuro, frío y, en ocasiones, hostil. Sorogoyen ya anticipo que uno de los aspectos que más resaltaba del rodaje era la inmersión en el entorno.
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