Posiblemente no haya en el mundo espejo que haya sufrido más tortura que el de la bruja de Blancanieves. Todos conocen el cuento. Aquello de quién es la más bella del reino era una pregunta con trampa. La compañía de teatro Tenemos gato contaría una historia distinta. El espejo le diría la verdad a la bruja y la bruja no tendría más remedio que aceptarlo. Su idea de la belleza es otra muy distinta: para verse guapo "uno tiene que aceptar sus fallos y sus problemas". La obra ... y estoy guapa convertirá el escenario del Teatro Alhambra en un espejo donde el público asistirá como un voyeur a las confesiones, inseguridades y dudas de una pareja en su búsqueda de la felicidad.

Con "textos propios, directos y sin remilgos" -como en Problemas de doblaje y La naranja completa- la compañía formada por Luis Felipe Blasco Vilches (textos), Homero Rodríguez y Cristina Rojas (actores) cuentan para este montaje con la dirección de Julio Fraga.

Al director le atrajo un texto con mucho de "reflexión" pero también de "esperanza". La obra habla de ese momento en el que, viviendo en pareja, "empezamos a ver los problemas de uno reflejados en el otro". Es justo ahí, subraya Fraga, cuando "te das cuenta de que son tus propios defectos los que ves. Cuando vuelves a surgir como otra persona, otro nuevo yo". El problema es que por el camino, en ese reflejo que el espejo devuelve sin contemplaciones, aparecen cuestiones más graves: "La incomunicación", dice el director, "es el principal problema que tenemos en la sociedad. Cada vez estamos más encerrados en nuestra individualidad. Intentar solucionar los problemas de pareja con un niño, por ejemplo, es un error".

... y estoy guapa habla del "antiguo concepto de la familia pero también de la nuevas familias, las nuevas formas de entender las relaciones, el respeto a las mujeres, el saber que todos llevamos un mismo camino, que no somos unos servidores de otros".

Le llamó la atención a Julio Fraga la belleza con que está contada la historia y lo bien definidos que están los personajes. "Luis Felipe Blasco lo aborda con una especial sensibilidad. Aunque se trate de un diálogo muy coloquial escribe muy poéticamente". Es una historia "sin tapujos" y que "llega mucho al público porque en cualquier momento puedes sentirte reflejado". Hay algo que ocurre en el escenario que hace que sea cercano. "Lo que más me gusta de la obra es que cuando el público sale al final siempre lo comentan. Las parejas que van a ver la obra o se unen más o se pelean...", bromea el director.

En la filosofía de esta joven compañía -nació en 2008-, el humor y el compromiso siempre van de la mano: "El humor como herramienta, como vehículo para aportar lucidez a la mirada, para animar a la sinceridad con uno mismo, para salir del teatro con la sonrisa puesta. Y el compromiso como cimiento de cada espectáculo, como vitamina ética y moral para la reflexión". Cuenta Fraga que el teatro y el cine "están hechos para muchas cosas pero sobre todo para llegar a los sentimientos del ser humano en el amplio espectro del sentimiento... Yo quiero conmover a una persona, que se ría, que algo le llegue. Es primordial que se lo pase bien pero que la obra tiene que tener un poco de todo".

Con una sencilla escenografía, lo importante es la dramaturgia. El público se encuentra ante un vestuario. "Es como si el público mirase por una mirilla" que les lleva a compartir la intimidad de la pareja, "como si espiasen su corazón".

Aunque sobre el escenario los elementos sean simples, es fundamental la música elegida. Toni Zenet, Mastretta, Amparanoia, Cesarea Évora y Compay Segundo, La Cabra Mecánica... "Una selección de temas que se podían vincular con la historia" y con los que no han tenido problemas de derechos de ningún tipo.

...y estoy guapa se estrenó el 4 de noviembre de 2010. La compañía prepara ahora su tercer montaje: ¿cuchara o tenedor?, una obra con la que pretenden hacer llorar, pero de risa. Fraga comenzará también ahora la gira de su nueva obra, un espectáculo para niños titulado Julia, un viaje teatrástico de Teatro Clásico de Sevilla, una adaptación de Alfonso Zurro de una obra de Lope de Rueda.

Aunque los Max han traído buenas noticias para el teatro andaluz, Julio Fraga no oculta el pesimismo por los recortes que el gobierno está haciendo en cultura. "Recortar de la cultura y reducir las subvenciones es un gran error porque la cultura, como la educación y la sanidad, son los tres pilares básicos de un país. Lo que vivimos ahora es un retroceso absoluto".