Actual

Estrella Morente emociona con su cante al público de La Unión

  • La cantaora ofreció un recital de cantes puros del flamenco en una actuación en la que rindió un sentido y profundo homenaje al magisterio de su padre

Estrella Morente emocionó a la gente la noche del sábado. Lo viene haciendo desde que reapareció en los escenarios tras la muerte de su padre, Enrique Morente, que dejó su vida trastocada y sin norte cuando una complicación médica terminó de pronto con la vida del cantaor, el pasado 13 de diciembre. La vuelta de la cantaora granadina estremece al público, porque ella es la heredera directa de un genio.

Estrella Morente se ha vuelto más austera sobre la escena. Se muestra tal cual es, con la sencilla fuerza de su voz. Así fue cómo logró clavar al público en sus asientos en el Festival del Cante de las Minas de la Unión. Con su sinceridad, su desnudez, su estado casi de catarsis creativa, de plena expansión.

La cantaora llegó arropada por las guitarras de Montoyita y Monti, por las palmas y los coros de Ángel Gabarre, Antonio Carbonell y sus hermanos, Kiki y Soleá Morente, y por la percusión de Pedro Gabarre. Y desde que sonó el primer martinete, el Antiguo Mercado de La Unión se vino abajo.

Soleás, tarantas marcheneras, piezas como No me mueve mi Dios para quererte y seguiriyas revueltas que hicieron que el público vibrara y que viera en ella la reencarnación del genio de su padre, la sabidura que Enrique Morente le fue inculcando con lentitud y paciencia para convertirla en una de las mejores voces del flamenco. Estrella Morente supo cumplir con creces con esa memoria y con ese magisterio y cada vez está más asentada en lo telúrico, en lo profundo de la tierra, en el poder del cante flamenco.

El Festival del Cante de las Minas de la Unión, por otra parte, sirvió ayer para que dos unionenses muy vinculados al Festival Internacional del Cante de las Minas, José Cros Zaplana y Alfonso Paredes 'Niño Alfonso', recibieran el reconocimiento del Festival haciéndoles entrega de los Carburos de Oro "a toda una vida dedicada al flamenco y aportando al festival decano de España".

José Cros, conocido popularmente en La Unión como Pepe Cros, es hijo de Pencho Cros, ganador por tres veces de la Lámpara Minera de este festival, de otros premios importantes de cantes mineros y de levante y referencia y maestro de todos los amantes de estos cantes.

Cros hacía referencia a su padre y a Antonio Fernández Fernández al recibir el premio, "por transmitirme el tesoro de los cantes mineros y los tangos de Carlos Gardel", para terminar con unas palabras atribuídas a Enrique Hernández.

Por su parte, Niño Alfonso recibía muy emocionado este reconocimiento "al ser yo el único cantaor que queda vivo de esa generación de cantaores ilustres que dio La Unión en el siglo XX", y que ha ido divulgando anécdotas e historias del flamenco de dentro y fuera de La Unión, como consecuencia de sus relaciones con los cantaores de la época, como Pepe Marchena, Antonio Piñana, Eleuterio Andreu, la Niña de los Peines o Antonio Grau.

Asimismo, el festival hizo entrega de la duodécima Convocatoria Internacional Cultural, concediendo los premios de Investigación a Curro Albaicín por su obra Zambras de Granada y flamencos del Sacromonte; Premio de Discografía a Curro Piñana por Antología de los cantes mineros; Premio de Periodismo, a José Sánchez Conesa por su artículo Los héroes de la ciudad alucinante; y Premio de Audiovisual, a Emilio Ruiz Borrachina por la película Morente. También se concedió el Premio de Gastronomía al Restaurante José María Los Churrascos; Premio de Ensayo, a Alfredo Grimaldos por 'Historia social del flamenco'; y el Premio Especial al Centro de Arte Flamenco.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios