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Factoría de sueños

Que nadie se llame a engaño. A pesar del nombre -The Granada Film Project- el grupo que abrió la 29ª edición del certamen de otoño estaba formado por reputadísimos músicos de las más contrastadas escuelas neoyorquinas. El encargo que el propio Festival le hizo a Michael Philip Mossman resultó todo un acierto y demostró que no siempre las producciones diseñadas desde dentro de los festivales tienen por que ser ni postizas ni extemporáneas.

En este caso se proponía ofrecer un repertorio basado en la música de películas, algunas míticas, otras obras de culto, que tuvieran relación con el jazz. En algunos casos porque su banda sonora había sido compuesta en su día por músicos de jazz (como en Anatomía de un asesinato de Otto Preminger, con música de Duke Ellington o Ascensor para el Cadalso de Louis Malle, con banda sonora a cargo de Miles Davis), y en otros por ser el propio jazz y su universo el protagonista, como ocurre con Round Midnight de Bernard Tavernier o Bird de Clint Eastwood. Mossman es un hábil y dotado músico, además de fino arreglista y brillante compositor, que supo transitar por múltiples estilos, haciendo planteamientos diversos para las diferentes lecturas que se propuso para cada una de las piezas. Con el añadido de escenas escogidas del film proyectadas de fondo, el concierto inaugural del viernes por la noche acabó así siendo muy entretenido y del agrado del público. Ideal para abrir boca a las tres semanas de jazz que se avecinan. El mérito lo tuvo en parte el propio Mossman, que se rebeló también como un gran comunicador dispuesto a involucrar a la concurrencia, pero sobre todo, el magnífico nivel exhibido por los músicos que dirigía. El batería Gene Jackson ha integrado míticas formaciones, como el cuarteto que formó junto a Herbie Hancock, Wayne Shorter y Dave Holland, además de acompañar al primero durante varios años.

Actualmente es profesor en el Queens College de Nueva York, al igual que Mossman y el fabuloso saxofonista Antonio Hart. Aún recordado por la apabullante actuación que ofreció hace ya algunos años en el Festival Jazz en la Costa, el viernes, menos impetuoso y bastante más comedido que en su juventud, volvió a dejar constancia de su clase, maestría y versatilidad. Completaban el llamado Granada Film Project el pianista George Colligan, toda una garantía sobre las teclas para un buen número de figuras del jazz actual y el excelso contrabajista Lonnie Plexico, también asiduo acompañante y director musical de grandes nombres.

Con tanto talento disponible fue una delicia disfrutar de la fidelidad con que reprodujeron temas de Anatomy of a murder o Ascenseur pour l'echafaud, las ligeras licencias que se concedieron con Round midnight, con el tema de Play misty for me (el film que supuso el debut de Clint Eastwood como director) o con Laura de la película Bird, donde el propio Eastwood recreó la azarosa vida de Charlie Parker, o las lecturas casi irreconocibles de San Sebastián de El invierno en Lisboa, The Hot Spot o un Moonriver de Desayuno con diamantes, petición expresa del director del festival. Para el bis se reservaron una breve Habanera de Chico y Rita, la película aún por estrenar de Fernando Trueba. Toda una exclusiva que sirvió de perfecto colofón.

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