Fallece Maurice Jarre, el hombre que puso melodías a las imágenes
El compositor, famoso por la creación de las bandas sonoras de 'Doctor Zhivago', 'Lawrence de Arabia' y 'Ghost', murió ayer a los 84 años víctima de un cáncer
El compositor de origen francés y estadounidense de nacionalidad Maurice Jarre, famoso por su música para películas como Doctor Zhivago (1965), Lawrence de Arabia (1962) o Ghost (1990), falleció ayer a los 84 años en Los Ángeles, según informaron fuentes allegadas a la familia.
Ningún otro compositor ha recibido tres estatuillas de Hollywood (1962 por Lawrence de Arabia, tres años después por Doctor Zhivago y en 1984 por Pasaje a la India, tres colaboraciones con David Lean), recompensas a las que Jarre suma, entre otros, cuatro Globos de Oro, además del Oso de Oro de honor que recibió en febrero pasado en el Festival de Berlín en la que constituyó su última aparición pública antes de que un cáncer acabara con su vida.
Entre medias de todos estos premios, Jarre dejó un reguero de bandas sonoras que le proporcionaron una fama inigualable, tanto en Estados Unidos, donde se afincó en los años 60, como en Francia, su país de origen. Desde París se multiplicaron las alabanzas para un músico que consideran propio pese a que abandonó el país. "Fue un gran compositor que nos lega una obra generosa y majestuosa, una música clásica y popular", afirmó el presidente galo, Nicolas Sarkozy.
Nacido en Lyon el 13 de septiembre de 1924 en el seno de una familia burguesa, Jarre descubrió en la adolescencia su gusto por la música, pese a la oposición de su padre, que lo consideraba un pasatiempo pero no una profesión. A los 16 años comenzó sus estudios musicales, pero su progenitor le obligó a compatibilizarlos con los de ingeniero eléctrico.
Hasta 1952 no entró en contacto con el mundo del cine, que le haría pasar a la posteridad. Fue de la mano de Georges Franju, para quien firmó la música del cortometraje Hôtel des Invalides. Después llegaron otras películas firmadas junto a grandes directores como John Frankenheimer, Alfred Hitchcock, John Huston o Luchino Visconti.
En total, 150 bandas sonoras figuran en su currículum, como ¿Arde París? (1966), El póker de la muerte (1968), Mahoma el mensajero de Dios (1977), Jesús de Nazaret (1976), El tambor de hojalata (1978), Único testigo (1985), Gorilas en la niebla (1988), El club de los poetas muertos (1989) o Ghost (1990).
En paralelo, no abandonó actividades de composición fuera del cine y entre 1951 y 1963 dirigió el Teatro Nacional Popular, con sede en Villeurbanne, una etapa que él consideraba como una de las más enriquecedoras de su vida.
Su herencia musical la recogió su hijo Jean-Michel, precursor de la música electrónica.
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