El reconocido dúo castellano formado por Jorge Arribas y Diego Galaz propone un espectáculo en directo conectado a las músicas de raíz, a nuestra esencia como pueblo y cultura. Un recorrido por los ritmos populares de la Península Ibérica en un directo vital y enérgico, con el que podremos disfrutar escuchando y bailando melodías tradicionales y composiciones de este dúo a ritmo de valses, jotas, pasodobles, charros, ruedas o seguidillas. Suena nuestra tradición desde su acordeón y su violín, desde instrumentos insólitos como el serrucho y la silla de camping. El dúo castellano comparten escenario con Camaño y Ameixeiras hoy viernes 29 en el Parapandafolk (22:00 horas)

-Ustedes comenzaron haciendo música folk pura, castellano vieja (perdón castellano-leonesa). Se lo preguntaba el otro día también a los Hermanos Cubero ¿se sienten un poco responsables de haber despertado el interés de otros muchos artistas (que salvo Rozalén que era rondallista) eran muy ajenos a las músicas populares?

-Supongo que algo tenemos que ver, como los anteriores, los Eliseos Parras, las Musgañas… Lo que quizás sí hemos hecho nosotros es poder entrar en unos circuitos donde estaba menos normalizado el amor por el folk. Todos hemos puesto nuestro grano de arena y todo suma en positivo. Lo que nunca podremos dejar es de nombrar a los pioneros, y está pasando, hay recordar a la gente que ha sido el eslabón intermedio en una cadena que se iba a perder, en el caso castellano La Musgaña por ejemplo. De nosotros, la historia dirá, o no (risas).

-Dicen que el ser humano tarda tres años en aprender a hablar y luego toda la vida en aprender a callarse…ahora que ya cantan: ¿Hay marcha atrás?

-(Risas) Realmente va todo en paralelo, hemos podido combinar todo perfectamente ya que no tenemos ningún tipo de presión comercial ni de la industria para hacer nada que no nos divierta, lo hemos hecho con los cantables, los instrumentales... Hemos hecho un video ahora con unos raperos de Burgos, otro con Antonio Serrano, no hay ninguna estrategia, vamos seguir jugando.

-Porque, además tienen una agenda de cantantes invitados más completa que la de la SGAE…¡Están casi todos! ¿Entre los ‘casi’ con quiénes les gustaría hacer cosas?

-(Risas) Hemos tenido la suerte de colaborar con mucha gente, por ejemplo este año vamos con Fito en una gira por teatros. Hay un montón de artistas con los que nos gustaría colaborar y supongo que seguirán sucediendo estos encuentros, nos encantan.

-Y entre los ya no presentes tirando de huija si acaso…

-Hay muchos músicos, de los años 20 y 30 que nos gustan y nos influyen, pero que ya no están. Con la tecnología se pueden hacer cosas, pero de momento intentamos que la gente con la que compartimos música esté presente; pero oye, se pude hacer algún intento en cualquier momento.

-Y ¿cómo hacen el casting? ¿Primero es la canción y luego el personaje o hacen canciones ya entalladas, de sastre?

-Cada canción tiene su historia, si de repente sabemos que está el Kanka, pues le hacemos una canción a medida, como a Kevin Johansen. Otras no, simplemente nos hemos arriesgado, como haciendo una ranchera. Hay gente que podíamos sorprender, como a Rozalén intuyendo que estaría cómoda… Con Bunbury especulamos con su imaginario, y aceptó la propuesta…Así que cada historia tiene su canción, y viceversa.

-Primero eran los ‘cantables’, luego los ‘bailables’…y luego… luego venía la boda, la vida familiar, los hijos…ufff… a éstos se los trabajan mucho y muy bien ¿en la educación está la solución?

-Es la base de todo, un país sin educación está destinado al fracaso. Pero sin educación musical se está privando a unas generaciones de una herramienta de felicidad, y felicidad completa, porque quien es músico va a ejercer la magia de poder hacer feliz a los demás. Por eso hay tanto interés en que la gente esté agobiada y solo mire Netflix, no interesa desde los poderes que haya libertad, y la música y la cultura nos da libertad. Este mundo no lo vamos a salvar hasta que en la educación prevalezcan valores como el amor al medio ambiente, la compasión, el respeto, el entendimiento y el amor al arte y la creatividad.

-Decía Fernando Fernán Gómez que en la ‘electrónica está la felicidad’ ¿la han probado?

-A mí personalmente no me apasiona. Jorge sí tiene capacidad de disfrutarla; ahora, en el vídeo con los raperos, prescindimos de la electrónica y nos quedarnos con su esencia tradicional al acordeón y el violín. Pensamos que hay una tendencia de que todo lo que se pasa por electrónica es moderno, pero no lo es en nada, lleva con nosotros más de medio siglo, ¡es más moderno tocar un pandero cuadrado! El legado de la música tradicional es atemporal y en sí mismo tiene mucho poder. Creo que se puede combinar, con respeto a los patrones que hacen entender estas músicas, sus modos y cursos, y si se hace de una forma magistral siempre va a ser algo positivo y va a gustar.