Exposición | Festival de Arte Contemporáneo de la Facultad de Bellas Artes

Una ventana al arte de Gabriel Morcillo y José Guerrero

  • El pintor malagueño José Luis Valverde inaugura una nueva muestra individual, titulada 'La ventana que se esconde tras el paisaje de aceite y tierra', en el Centro CajaGranada

José Luis Valverde en la inauguración de la muestra 'La ventana que se esconde tras el paisaje de aceite y tierra'.

José Luis Valverde en la inauguración de la muestra 'La ventana que se esconde tras el paisaje de aceite y tierra'. / DIPGRA

¿Qué tienen en común los granadinos Gabriel Morcillo y José Guerrero? El pintor José Luis Valverde explora los nexos de unión de los dos artistas, aparentemente alejados, en su nueva exposición individual. El Centro CajaGranada acogerá la muestra, titulada La ventana que se esconde tras el paisaje de aceite y tierra, hasta el 11 de abril con motivo del Festival de Arte Contemporáneo de la Facultad de Bellas Artes (FACBA) de la UGR.

El artista malagueño parte del cuadro La aparición de Guerrero, que muestra un entierro en clave figurativa, para llevar a cabo su experimento. "Lo he tomado como un hilo generador de relatos para unificar la obra de los dos creadores. Mi exposición se abre con una obra en la que la muerte es muy perceptible. La que cierra también contiene un cadáver, pero menos fácilmente identificable, absorbido por la naturaleza", ha indicado Valverde. 

"Mi pintura sugiere más que muestra"

Al autor le interesa la idea "de recorrido y de paisaje" que permite construir un relato a cada espectador. "El cuadro siempre se ha entendido como ventana y, en este caso, esa ventana se asoma a la materia. No hay imágenes como tales. Mi pintura sugiere más que muestra, de forma que el espectador pueda avanzar por un camino que no conoce para terminar de construir las imágenes por sí mismo y descubrir por su cuenta", ha explicado. 

Otra imagen de la presentación de la muestra de Valverde. Otra imagen de la presentación de la muestra de Valverde.

Otra imagen de la presentación de la muestra de Valverde. / DIPGRA

De ahí, también, que no haya cartelas o que los cuadros no tengan título. "Las cartelas rompen el ritmo, generan ruido y distraen. No las uso, también, para no condicionar al espectador", concluye Valverde. Efectivamente, el artista trabaja con los lenguajes de la pintura de Gabriel Morcillo (1887-1973) y José Guerrero (1914-1991), en palabras de Blanca Montalvo, profesora titular de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Málaga.

"Mi primera sensación fue que aquello era como agua y aceite. Pero la conversación descubrió diversos aspectos de la propuesta. Entre el orientalismo barroco, sensual y colorido de Morcillo, y la expresión del gesto y los campos de color estructurados de Guerrero se encierran, no sólo dos maneras diferentes de entender la pintura, sino también dos formas muy diferentes de vivir. Dos historias del pasado reciente de este país", ha recalcado Montalvo.

En 1907, Morcillo viajó a Madrid como discípulo de Cecilio Pla. Durante su formación realizó en El Prado copias de Goya y Velázquez. Una década después circunstancias personales le obligaron a renunciar a la beca de la Academia de Roma y, desde entonces, desarrolló su trabajo en un aislamiento atípico para la época, recluido en su carmen de Plegadero Alto. Trabajó casi toda su vida como profesor en la Escuela de Artes y Oficios de Granada donde comenzó en 1922. Estas circunstancias lo definieron como un pintor local.

En 1934, Guerrero, alumno de Morcillo en la Escuela de Artes y Oficios y casi 30 años más joven, se enfrentó a él en el aula, y tras embadurnar su lienzo de óleo negro, abandonó la Escuela para realizar el servicio militar en Ceuta, donde le sorprendió la Guerra Civil.  Al finalizar viajó a Madrid, para completar sus estudios en la Escuela de San Fernando, y en 1945 a Francia, donde conoció la vanguardia europea y a artistas como Picasso, Miró y Gris.

También conoció a su mujer, periodista americana, con la que se instaló en Nueva York en los años 50. Y adoptó la nacionalidad americana. Allí abandonó de forma progresiva la figuración, inmerso en el debate del expresionismo abstracto entre Harold Rosenberg y Clement Greenberg, e influenciado por Mark Rothko, Franz Klein y Robert Motherwell. Ante el éxito del pop art en 1965 regresa a España, donde es acogido por los jóvenes artistas.

Un siglo más joven que Gabriel Morcillo, José Luis Valverde utiliza el óleo negro que el joven Guerrero esgrimió con rebeldía, para entrelazar dos formas diferentes y complementarias de entender la vida. Desde la frescura de su exploración de géneros clásicos como la vanitas y el bodegón, inicia un viaje, a través del cuadro de su abuelo que ha descolgado de la casa familiar.

Nocturno (1962) es esa llave que ayuda al público a entender la capacidad del nieto para sentirse entusiasmado entre las flores azules y los arabescos de Morcillo, y las grandes masas en que convierte sus cuadros, oscuros y matéricos, que se acoplan como piezas de construcción, inspirado por los bloques de color de Guerrero. Este viaje que inicia el coche de Nocturno es una mirada al pasado desde el presente sin prejuicios, una revisión diacrónica de lo que fuimos y una alabanza del hacer del pintor quien, como el poeta, es el único capaz de llegar a las manos por un color, un matiz o un adjetivo.

Entre flores y calaveras apreciamos esas estancias de la casa familiar, justo en el momento de la ausencia reciente, cuando se abren las puertas de viejos armarios que perdieron hace tiempo su olor a ropa planchada. Y para terminar el recorrido, un extraño cuadro triangular, La silla del pintor (2020) que, como la propia esencia del arte, unifica y reconoce a artistas de diversos estilos. Una broma seria, en la que la pintura es presencia antes que representación.

José Luis Valverde nació en Málaga en 1987. Graduado en Bellas Artes por la universidad de Málaga, posteriormente realizó el Máster de Producción Artística Interdisciplinar por la misma universidad. Ha realizado exposiciones individuales en la sala de exposiciones del convento de Santa Inés, dentro de la beca Iniciarte (Sevilla), open estudio en la Griffin Gallery (Londres), en la Facultad de Bellas Artes de Málaga y en JMGaleria - ColumnaJM (Málaga), entre otras.

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