Los Encuentros Fotográficos del Mediterráneo ofrecerán hoy la oportunidad de conocer al fotógrafo Alberto García-Alix, permitiendo a los asistentes acercarse a las claves de su mirada sobre la realidad desde la metafísica de la imagen como argumento para entender los pormenores a los que se enfrenta el fotógrafo en el momento de la creación.

Premio Nacional de Fotografía (1999) figura en la historia de la fotografía española como uno de los máximos representantes de una nueva generación urbana. Relacionado estrechamente con la célebre movida madrileña, llega a la fotografía en 1975 con una cámara que le regalan sus padres y se queda atrapado en ella "llevado por su sentimiento de fatalismo, que le hace pensar que nada de lo que mira es eterno". Su primera exposición individual la realiza enla Galería Buades (Madrid, 1981) y a partir de entonces le han seguido otras colectivas e individuales dentro y fuera de nuestro país. García Alix pertenece a una abundante hornada de fotógrafos, como Fontcuberta, Ricky Dávila, Xurxo Lobato, Ouka Lele o Chema Madoz quienes, aun separados por la edad o su lenguaje fotográfico, contribuyeron a impulsar con fuerza la fotografía española de los 80 y 90.

Su obra recorre diversos países y es admirada en publicaciones como Vogue, British Journal of Photography o Vanity Fair. Destacan sus retratos en blanco y negro, con series dedicadas a las motos, los presos, las estrellas del porno, los yonquis y los tatuajes. Amante de las motocicletas y de los retratos sus cámaras Leica y Hasselblad han inmortalizado a importantes artistas nacionales e internacionales. Las motos, los tatuajes, la música y la noche han sido algunas de sus musas de inspiración.