El Generalife se cubre de danza en recuerdo al maestro Roland Petit

Primeros bailarines mundiales como el español Igor Yebra homenajean su memoria

Igor Yebra, primer bailarin del Ballet Burdeos, ayer en Granada.
Igor Yebra, primer bailarin del Ballet Burdeos, ayer en Granada.
María Pérez Rico / Granada

23 de junio 2012 - 05:00

Su acento francés, su elegancia y sus rasgos inconfundibles se esparcirán esta noche por el escenario del Teatro del Generalife. Los impactantes campos Eliseos o la sureña Marsella, son algunos de los sitios que marcaron la vida del coreógrafo Roland Petit, al que esta noche rinden tributo algunos de sus alumnos más apasionados con la actuación de Los Ballets de Roland Petit. El espectáculo rememora la primera visita del coreógrafo en el festival, hace ya 50 años, con una de sus obras míticas, Carmen, la misma que se pondrá en escena junto con sus otras creaciones más famosas esta noche.

Once compañías presentarán, en forma de homenaje a la memoria de Petit, un programa concebido alrededor de la personalidad artística del coreógrafo y de su mujer Zizi Jaenmarie, a su vez musa y estrella de todas sus composiciones. Primeros bailarines de distintas compañías, interpretarán las distintas obras, entre ellos el español Igor Yebra, primer bailarín del Ballet de Burdeos, que destacó la labor del artista, tan involucrado con su trabajo que "no solamente se ocupaba de la danza en sí, sino que mezclaba la pintura, la literatura y en general las artes, haciendo una composición especial de la música".

El bailarín resaltó cómo Petit "hacía verdadero hincapié en la interpretación y musicalidad de los personajes". "Para los bailarines esto es un sueño porque cada vez que se ponen en la piel de un personaje está la necesidad de que siga creciendo", apuntó.

Para Yebra, "esta experiencia es siempre nueva y diferente, no solo constan unos pasos técnicos". Por su parte, Eleonora Abbagnato, primera bailarina de la ópera de París, apostilló que ella tuvo la oportunidad de trabajar directamente con Roland Petit en París y que las piezas que se van a representar "son las que él más amaba de su repertorio". Así, apuntó que en principio el espectáculo tiene "un mismo vocabulario" y "una manera específica de moverse", pero que sobre todo hay que resaltar su "musicalidad en la interpretación". "Eso es lo que marca la diferencia", añadió.

La magia de Leda y el Cisne, La Prisonnière, Carmen o Le jeune Homme et la Mort serán algunas de las obras que componen este universo de Petit, con músicas de Massenet, Bach, Saint-Saéns, César Frank o Chaikovski conjugadas con partituras más actuales como las de Irving Berlin.

Si a la música y danza se le une el recuerdo de la historia del festival, Igor Yebra, nombrado bailarín estrella de la Ópera Nacional de Burdeos, recordó cómo ha tenido en este tiempo la suerte de "crecer" dentro del Ballet al tiempo que lo ha visto evolucionar, desde aquellas primeras infraestructuras a la realidad que es hoy.

Para Yebra, es "maravilloso poner a los bailarines encima de un escenario en un entorno como el Generalife, ya que adquieren un plus para dar a los demás en una noche dedicada especialmente a Petit". El bailarín incidió en que el espectáculo se compone de un ballet interpretativo creado para el artista. "Más no se puede pedir", destacó.

El espectáculo de esta noche cuenta con un total de doce piezas que invitan a viajar a través de la obra y de las diversas fuentes de Roland Petit, que nunca deja de sorprender por la juventud, la modernidad y originalidad de sus ballets. Los que conocieron a Petit, lo describen como a una persona a la que "siempre estaba pensando en hacer creaciones para nuevos bailarines". Esa es la responsabilidad ahora de las nuevas generaciones, la de mantener esa llama viva.

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