No lo ha hecho para darle la razón a la RAE y su defensa de lo masculino y lo femenino como géneros inevitables, pero casualmente Valentín Pedrosa trata el tema en su exposición Zapatos sexuados, que expone ahora en el espacio Santiago Collado. La muestra habla de esa suerte de correspondencia que todos hacemos inconscientemente. Aun cuando pensamos en objetos inanimados, coches, mesas o zapatos, los humanos -hombres y mujeres- tendemos a pensarlos con un sexo propio.

Este ingeniero aeronaútico, que cambió la Ingeniería por la pintura hará unos siete años, ha hecho realidad una idea que comenzó fortuitamente en un boceto durante una reunión. "Empecé a pintar un zapato y le puse sus determinados atributos. A raíz de ahí comienza toda la simbología que hay alrededor de cada una de las obras", explica. La reflexión tiene que ver con que cada vez que pensamos en algo "siempre le ponemos el sexo masculino o el femenino de una forma absolutamente natural porque somos seres sexuados". En la exposición muestra una serie de zapatos con un carácter humano. Los tacones, por ejemplo, "está claro. Siempre femeninos".

Si en Zarabanda -la muestra que hace dos años se pudo ver en el Hotel El Ladrón de Agua- , Pedrosa transmitía a través de pictogramas totalmente contagiados por el color su pasión por la música, en Zapatos sexuados su 'preocupación' es otra. "Aunque pueda parecer frívola nos habla de cómo pensamos y cómo se forma nuestra cultura. Podemos sacar una reflexión sobre cómo el lenguaje crea la cultura y viceversa".

La influencia del expresionismo es evidente en la explosión de color de toda su obra. Desde los expresionistas abstractos americanos como Jackson Pollock, a los españoles Tápies o Barceló, pero no puede negar el vínculo con la Ingeniería.

Cada vez sus trazos van haciéndose más abstractos, los colores más planos y fríos. Cada vez la tecnología va sustituyendo más a los cuadernos... "Evidentemente todo lo que haces es el resultado de lo que has vivido, estudiado y trabajado. De hecho, esta exposición sigue teniendo mucho de expresionista pero hay determinados cuadros que tienden hacia una mayor abstracción. Lo que estoy haciendo ahora tiene mucha más relación, no con la Ingeniería Aeronáutica, pero sí con las matemáticas, la física... Lo llevas en el sustrato con lo cual siempre sale". Es otra casualidad pero precisamente el pasado septiembre otro ingeniero, el italiano Franco Viola, inauguró en CajaGranada una exposición.

"Pintar he pintado siempre", dice el artista, "pero de una forma profesional desde hace siete años, cuando tuve una enfermedad grave y decidí dedicarme a ello".

Fundamentalmente autodidacta, el pintor lleva años en el taller de grabado del Realejo donde "me han transmitido todo su conocimiento", reconoce.

Ahora ha cambiado el lápiz por sus propios dedos y el iPad. "Puedo tener doscientos o tresciendos bocetos de ideas para seguir trabajando". La diferencia con el formato tradicional está en el tacto. "No es lo mismo dibujar en una hoja que en una pantalla", explica, "pero te permite olvidar el miedo a estropear el trabajo. Con este tipo de herramientas, ya sea un iPad o un ordenador, no hay miedo porque se puede rehacer o deshacer y eso te da una libertad que en definitiva lo que hace es que te sientes mejor, más libre y por lo tanto incluso la creatividad crece".

Vicente Pedrosa Espacio de Arte Santiago Collado. Hasta el 31 de marzo.