Pablo González, el que fuera principal director invitado de la Orquesta Ciudad de Granada (OCG) durante cuatro temporadas, vuelve al frente de la formación, este viernes a las 19:30 horas en el Auditorio Manuel de Falla, para dirigir un programa titulado La Novena de Shostakóvich, que se completa con el  Concierto para violoncello op. 129 de Schumann en la interpretación del prestigioso solista Adolfo Gutiérrez, por primera vez junto a la OCG, en el que será el séptimo concierto sinfónico de la formación.

Schumann compuso su op. 129 a finales de octubre de 1850, en uno de los momentos de mayor productividad del autor tras su reciente llegada a Düsseldorf, pero el Concierto tuvo que esperar hasta 1854 para ser publicado y aún hubo que esperar más para su estreno público, que se retrasó hasta el 23 de abril de 1860 en Oldenburg a cargo del violoncellista Ludwig Ebert.

Por su parte, Shostakóvich dijo de su Novena sinfonía: "A los músicos les encantará tocarla y a los críticos les encantará hacerla estallar." En la primavera de 1945, mientras el ejército soviético entraba en Alemania, Shostakóvich declaró a la prensa de su país que estaba trabajando en "una sinfonía de victoria con una canción de alabanza". Pero lo que el compositor terminó en agosto de 1945 fue una sorpresa para todos, una decepción para muchos y un rompecabezas para otros.

Hay movimientos únicos en la Cuarta, Séptima y Octava Sinfonía que son más largos que toda la Novena; a veces llamada la sinfonía clásica de Shostakóvich por su brevedad, forma y frecuente carácter de cámara, era de pequeña escala y llena de humor en lugar de heroísmo.