"Gracias a Madonna, la txalaparta es hoy conocida en todo el planeta"

Harkaitz Martínez de San Vicente (Donostia, 1975) e Igor Otxoa (Donostia, 1973) forman pareja como txalapartaris desde 1997, año en el que nace Oreka Tx. Desde entonces, el sonido de su txalaparta ha participado en innumerables proyectos y formaciones. Se incorporaron a la banda de Kepa Junkera en 1997 y tocaron 10 años junto a él, actuando en multitud de países y participando en los discos grabados en ese periodo, incluido "K" que fue galardonado con un premio Grammy latino. Han compartido escenario con grupos y artistas como Carlos Núñez, Altan, Taraf de Haidouks, María del Mar Bonet, Hendirgarna, Susana Seivane, Dulce Pontes, Pat Metheny, Berrogüeto o Phil Cunningham entre muchos. Su proyecto del documental Nomadak les ha llevado con sus instrumentos a tocar con gente de los países más remotos. Esta noche (22. 30 horas, con entrada libre) cierran junto a los vasgo-gascones de Xarnege el XXII Parapdanfolk de Íllora.

-Por edad tenían que estar haciendo death metal ¿cómo se enamoraron de la txalaparta?

-El metal sí que está presente en nuestra música ya que además de la txalaparta de madera también tocamos la 'tobera' que se compone de barras de metal. Teníamos en mente un proyecto de Txalaphard-Core, pero ya nos estamos haciendo viejos para esos trotes.

-En los últimos años (al menos por estas latitudes) han empezado a llegar txalapartaris ¿hay una cierta recuperación del instrumento?

-Sí eso parece. Gracias a que en los últimos años tanto nosotros como otros músicos se han dedicado a este instrumento, la txalaparta está viviendo una verdadera resurrección. Además actualmente gracias a Madonna y Kalakan, ha tenido una repercusión mundial desconocida hasta ahora.

-Es un instrumento que despierta al ser humano más primitivo que uno lleva dentro ¿Por qué se produce esa conexión con nuestros ancestros?

-La primera expresión del ritmo posiblemente fue el choque de palos o el sonido de las palmas. La percusión es la manera más sencilla de producir un sonido y por lo tanto la más primitiva. La txalaparta no deja de ser un instrumento de percusión por lo tanto tiene ese toque tribal que despierta nuestros instintos más primitivos.

-En el Parapanda van a tener un curioso experimento ¡una jam sesión con músicos de country y de blues! ¿La txalaparta une con todo, con el jazz, con la clásica, el flamenco…? ¿Han probado con el flamenco que ya admitió un caja (el cajón peruano) de pescado como suyo?….

-Estamos deseosos de participar en esa jam session. Hace pocos días hemos participado en el Jazzaldi (Festival de Jazz de Donostia) ofreciendo una actuación junto con el saxofonista Konstad Hakön y ha resultado ser una experiencia muy enriquecedora.

-¿Cómo se les ocurrió la aventura de 'Nömadak'?¿Y qué filosofía la sustentó?

-Llevábamos años viajando pero sin dedicar el tiempo necesario a conocer los lugares que visitábamos. Nömadak Tx es un proyecto en el que el encuentro entre culturas es el principal objetivo, dedicándole el tiempo necesario para compartir y crear. Hemos querido aplicar la misma filosofía que contiene la txalaparta: diálogo, comunicación, complementación y creación.

-Sáhara, Sami, India, Mongolia…¿Por qué esos países y no otros?

-Por un lado queríamos conocer la realidad de los pueblos nómadas y por otro buscábamos construir txalapartas con materiales originarios de cada destino. Madera de la India, hielo en Laponia, piedras del desierto, etc.

-¿Fue complicado logísticamente recorrer medio mundo cargados de tablas y palos?

-Tuvimos alguna dificultad que otra, porque intentamos viajar con un equipo reducido para mantener en la mayor medida posible un ambiente íntimo en cada encuentro. Muchas de las txalapartas se quedaron donde las construimos.

-Y a posteriori que conclusiones, humana y musicales sacaron?

- Uy, contestar esta pregunta requiere de varias cervezas.

-En directo ¿como es un dúo de txalapartaris?

-Una actuación de txalaparta además de su sonoridad es también un espectáculo visual. La forma de tocar el instrumento por los dos txalapartaris y la comunicación que se percibe entre ellos a través de sus gestos y movimientos, también llega al público.