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La Granada de Darwin

  • El Instituto Padre Suárez celebra el bicentenario del nacimiento del científico con un ciclo y una exposición

Nunca llegaría a saberlo, pero Charles Darwin tuvo a Granada en vilo durante mucho tiempo gracias a su teoría de la evolución de las especies. De hecho, Granada fue la ciudad española que más pronto se apuntó a la hipótesis darwinista y la que fue testigo de las mayores controversias. ¿El culpable de todo aquello? El Instituto Padre Suárez, en la Gran Vía, que desde muy pronto se hizo eco de aquella día que señalaba que el hombre no procedía de Adán y Eva, sino de un proceso más complejo. Con motivo del bicentenario del nacimiento del naturalista inglés, el Padre Suárez inauguró ayer una exposición conmemorativa en el Museo de Ciencias que posee que estuvo precedida por una conferencia de su director, Luis Castellón. Granada volvió ayer a ser la Granada de Darwin.

La muestra podrá contemplarse hasta el próximo 27 de noviembre y, además de mostrar los miles de piezas que el museo viene adquiriendo desde el siglo XIX, se acompaña de paneles explicativos para la divulgación de la teoría de la evolución darwinista.

"No es que Darwin viniese a Granada a veranear", dice con cierto sentido del humor Luis Castellón, "sino que entre los diferentes episodios que se produjeron en España con motivo de la teoría de Darwin, Granada fue la más significativa, en donde hubo mayores controversias".

El promotor de aquellas controversias fue el director, por aquella época, del Padre Suárez, Rafael García y Álvarez, catedrático de Historia Natural quien, en la conferencia inaugural del curso 1872-1873 hizo una apología de la teoría de la evolución que causó cierto revuelo.

"En esa época eran normales las polémicas de carácter científico", señala Castellón, que ayer pronunciaba su conferencia Darwin y Granada en un acto en el que estuvo presente el rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro. "Pero se solucionaban dentro de un debate normal, civilizado".

"Sin embargo, el debate abierto por García y Álvarez se resolvió con una censura sinodal del arzobispo Bienvenido Monzón. Hubo una excomunión, pero no sólo eso", señala Luis Castellón. "Hubo también una exhortación a todos los fieles de Granada que tuviesen libros de García y Álvarez para que los entregasen inmediatamente a sus párrocos y confesores. Con todos aquellos libros se hizo una pira en la Plaza de las Pasiegas". La obra del catedrático de Historia Natural desapareció de pronto por orden de la Iglesia.

Él, lejos de amilanarse, publicó unos años después, en 1883, un libro esencial, "de valor incalculable", a juicio de Castellón, Estudio sobre el transformismo. "Es un trabajo que se presentó en el Ateneo de Almería y se trata del primer libro escrito en español, no procedente de ninguna traducción de Darwin ni de ninguno de los evolucionistas, sobre esa teoría. Era enteramente original".

Granada viviría con entusiasmo y algo más que entusiasmo la polémica sobre si el hombre procedía o no de seres menos evolucionados: los primates. En la Universidad hubo una famosa polémica entre dos catedráticos, Rabanillo y Perales, en torno a las teorías darwinistas. Rabanillo estaba a favor. Perales, en contra.

Darwin no dejó indiferente a nadie. Durante el franquismo, otro catedrático del Padre Suárez, José Taboada, comenzó a explicar la teoría de la evolución a sus alumnos en el año 1940. "Para evitar que continuara enseñando, las autoridades lo suspendieron de empleo, pero no de sueldo", indica Castellón. "Sólo le permitirían volver a dar clases un mes antes de su jubilación". Era un método sutil de censura, una censura amparada en supersticiones y tradiciones religiosas que simplificaban hasta lo grotesco del mensaje darwiniano y venían a resumir que "no es posible que el hombre proceda del mono".

La exposición del Museo de Ciencias del Padre Suárez ha sido gestionada por la Real Academia de Medicina de Andalucía Oriental y por la Real Academia de Medicina de Granada. La exposición se complementa, además, con paneles de muestras de la Facultad de Ciencias. Puede visitarse entre las 10.00 y 13.00 horas y entre las 17.00 y 20.00 horas.

En la muestra hay auténticas maravillas, como un lince de Sierra Nevada disecado, una especie mayor que la que existe ahora en Doñana y que ya está completamente extinguida. También hay un ejemplar disecado de hembra de orangután con su bebé que fue adquirida en el siglo XIX por 1.400 pesetas de la época.

El museo es un paseo por la Historia Natural que no deja indiferente en absoluto al visitante. Fósiles, centenares de animales disecados, muchos de ellos de especies ya extinguidas, reproducciones de diferentes cráneos de animales realizadas por Aufoux y decenas de objetos que despiertan la curiosidad.

Los actos de conmemoración del bicentenario del nacimiento de Darwin continuarán el próximo día 25 con una conferencia, a las 20.00 horas, en el Salón de Actos del Padre Suárez, a cargo del catedrático de Paleontología de la Universidad de Granada Pascual Rivas. El tema será Una aventura en el año de Darwin.

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