El múdejar en Granada y su expansión a América, protagonista en la Alhambra
Ignacio Henares y Rafael López, catedráticos de Historia del Arte de la UGR fueron los encargados de la jornada de ayer
Las segundas jornadas del curso Alhambra: Patrimonio y diversidad cultural han tenido como protagonista la valoración estética e histórico-cultural del arte mudéjar, así como su expansión hasta América. Los catedráticos de Historia del Arte de la UGR, Ignacio Henares Cuéllar y Rafael López Guzmán fueron los encargados de ofrecer las conferencias a casi un centenar de alumnos que participan en este seminario.
Ignacio Henares, que ha desarrollado tesis y trabajos de campo sobre el arte mudéjar desde 1976, destacó que en la época medieval éste fue "un elemento muy importante para los procesos de urbanización y definición de los nuevos espacios políticos, económicos y religiosos".
El catedrático de Historia Contemporánea también destacó durante su conferencia que el mudéjar fue "el estilo nacional español por excelencia" y prueba de ello son, además de los edificios religiosos, "las numerosas plazas de toros, cárceles, colegios, casinos o salones de baile, cuyo estilo es neomudéjar", aunque a esta consideración también se une la valoración que considera que el mudéjar "ocupa un lugar en la cola de la Historia del Arte".
La multiculturalidad, según Henares Cuéllar, "viene determinada por la historia, que es la que proporciona los argumentos que permiten dar respuesta a conceptos culturales diversos", ya que la multiculturalidad es una realidad "esencialmente dinámica, porque combina permanencia y cambio y está en constante movimiento".
Las razones de la expansión y la durabilidad del arte mudéjar -casi un milenio- se deben "a su extraordinaria operatividad que se deriva de una realidad histórica como la de la baja Edad Media peninsular y los modelos jurídico-políticos que organizan las sociedades premodernas en Occidente", asegún afirmó.
El también catedrático de Historia del Arte Rafael López Guzmán habló en su conferencia de la expansión del arte mudéjar desde Granada hasta América en el año 1492. Allí se trasladan las ideas de la monarquía castellana a través del arte mudéjar, "con el objetivo de unificar los territorios conquistados". América es "un espejo de los estilos europeos" y se pueden encontrar allí ejemplos de arte mudéjar iberoamericano -que toman como referencia la arquitectura de este estilo en Granada- en edificios religiosos como conventos o iglesias de Tunja en Nueva Granada, en la ciudad de Potosí o en Cartagena de Indias.
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