Han Solo estuvo ayer paseando por la Alhambra, aunque disfrazado de El Fugitivo con una poblada barba blanca y un pelo canoso que se le desparrama por las sienes. Harrison Ford llegó al monumento nazarí a las tres de la tarde, con ese aire huidizo y de cierto despiste con el que ha conquistado en la pantalla a millones de espectadoras y, de paso, a Calista Flockhart, la actriz de Ally McBeal, que en cuanto atisbó la nube de cámaras que esperaba a la pareja a la entrada del Carlos V se esfumó de la escena. Con pantalones vaqueros Carhartt, camisa a rayas blancas y azules, pendiente y un sombrero panamá blanco, el protagonista de la saga Indiana Jones formó todo un revuelo entre los pocos visitantes que a esas horas no se esperaban, ni de lejos, toparse con el Rick Deckard de Blade Runner. A diferencia de su visita a la Catedral de Córdoba, cuando fue literalmente asediado por una nube de fans enfervorizados móvil en ristre, el actor pudo llegar al Carlos V sin tener que parar para hacerse una fotografía. Eso sí, cuando subió las escalinatas, se volvió y cogió su cámara Sony apuntando a todos los que en ese momento hubiesen dado una mano por hacerse un selfie con el actor; como cuando en Indiana Jones y el arca perdida se topa con un tipo de dos metros blandiendo una colosal cimitarra y, sin inmutarse, le descecarraja un tiro.

Como recuerdo de esta visita se llevaron la Guía Oficial de la Alhambra, el libro del profesor José Miguel Puerta Vílchez Leer la Alhambra, los famosos Cuentos de la Alhambra de Washington Irving, un pañuelo y, cómo no, un abanico con motivos del recinto nazarí. Obsequios que hace unas semanas no recogió Mel Gibson, que apareció de manera fugaz por la Alhambra, aunque se mostró bastante más cercano horas después en un tablao flamenco. Gibson también lucía una frondosa barba blanca, que por lo visto hace furor entre los hipsters y entre las estrellas de Hollywood.

Hace unos días, Harrison Ford y su pareja, que alcanzó la fama como abogada televisiva, realizaron una visita privada al Conjunto Monumental Mezquita-Catedral de Córdoba. Ford y su pareja hicieron la visita acompañados de su propia guía y sus guardaespaldas, tras haber visitado con anterioridad las ciudades de Toledo y Sevilla.