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"En Hansala tienen algo que hemos perdido: el saber estar en la vida"

  • Chus Gutiérrez trae a Granada la película 'Retorno a Hansala', que participará en el Festival Cines del Sur, sobre la realidad de la inmigración desde su origen

Retorno a Hansala es una película y muchos kilómetros. Podría ser cualquier pueblo olvidado, pero resulta que es Hansala. "Una aldea que está a unas ocho horas de Algeciras" y que le sirvió a Chus Gutiérrez para componer una historia con ficción y realidad a partes iguales. Tiene de ficción la muerte en las pateras rodada por cámaras. Y de realidad, la desesperante inspiración del día a día. La directora granadina presentó ayer en el Museo Casa de los Tiros la cinta que ya ha dado media vuelta al mundo y que ahora formará parte de la programación del Festival Cines del Sur.

"Hay lugares que no te ofrecen una posibilidad de futuro". Gutiérrez contó la experiencia de uno de los actores, "alguien que ha cruzado ya tres veces el Estrecho y que ha sido tres veces devuelto a Marruecos". Tiene sólo 25 años pero seguirá intentándolo, aseguró.

Rodada en tres idiomas, español, árabe y bereber (que sigue hablándose en Hansala a pesar de las reticencias del gobierno marroquí), Retorno a Hansala cuenta la tragedia de la inmigración basándose en un hecho real. La película narra la historia de Martín (José Luis García Pérez), un empresario funerario con problemas económicos que encuentra en el cadáver de unos de los muchachos muertos en el Estrecho un número de teléfono. Así contactará con Leila (Farah Hamed), la hermana del fallecido, una joven inmigrante que tratará de repatriar el cadáver de su hermano. La película ha estado nominada a los Goya como Mejor Guión Original (Chus Gutiérrez y Juan Carlos Rubio); Mejor Actriz Revelación (Farah Hamed) y Mejor Canción Original (Tao Gutiérrez, que también asistió ayer a la presentación).

La idea surgió por una noticia del periódico donde se narraba la aventura de un empleado del tanatorio de los Barrios (en Cádiz) que encuentra un número de teléfono entre la ropa de un cadáver tras el hundimiento de una patera.

"Hansala es como el pueblo de la Alpujarra del que tuvo que salir mi abuelo", dijo Chus Gutiérrez. "La historia se repite , sólo depende de dónde te toque. Cada vez Marruecos está más cerca de Europa y después querrán inmigrar los de más abajo y a Marruecos ya se les habrá olvidado como se nos ha olvidado a nosotros". Todos los países tienen fronteras, explicó. "Por eso habla de algo muy universal".

La actriz Farah Hamed habló de la dificultad del tiempo durante el rodaje (que ha pasado también por Algeciras y Tánger). "Rodábamos mucho exterior y en una ocasión la lluvia duró doce días seguidos. Uno de ellos hacía un sol enorme y a los cinco minutos comenzó a granizar". Pero sobre todo, lo difícil que fue comunicarse. "Utilizábamos el inglés, el francés, el español, el árabe y el bereber".

Algo que no obstaculizó, como destacó la directora, el enorme aprendizaje que han intercambiado. "Ellos tienen algo que nosotros hemos perdido: un saber estar en la vida. La calma y la sensación de disfrutar cada momento que viven. Nosotros siempre estamos demasiado ocupados pensando en el futuro".

Allí, la cinta se ha visto en el Festival de Cine español de Tánger, a donde asistió una pequeña delegación de participantes en Retorno a Hansala. "Para algunos fue la primera vez que entraban en un cine". Pero hubo más primeras veces. Ver a mujeres dirigiendo a hombres impresionó tanto a las mujeres de Hansala que ahora quieren montar una asociación. También era la primera vez que recibían dinero por trabajar.

"Said, la persona que me ha ayudado allí durante el rodaje, me cuenta que no sólo van a formarla sino que tienen una motivación enorme por aprender a leer y escribir". Es lo que Chus Gutiérrez llama "la pequeña revolución de las mujeres". Un grano de arena aquí que allí puede ser toda la arena necesaria. Podría ser cualquier pueblo perdido del mundo pero resulta que es Hansala.

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