Conciertos en la Costa Tropical

Hiromi: "Toco para la gente, para hacerla feliz"

Hiromi´s Sonicwonder será la estrella de la noche del miércoles en el  Festival Jazz en la Costa.

Hiromi´s Sonicwonder será la estrella de la noche del miércoles en el Festival Jazz en la Costa. / G. H. (Granada)

Hiromi (Hamamatsu, Japón, 1979) es la apuesta  Desde el lanzamiento en 2003 de su álbum debut Another Mind ha cautivado al público con una energía creativa que abarca y eclipsa los límites del jazz, la música clásica y el pop, llevando la improvisación y la composición a nuevas alturas de complejidad y sofisticación. La primera profesora de piano de Hiromi, Noriko Hikida, la introdujo en el mundo del jazz a los ocho años y la ayudó a acceder desde esa temprana edad a la parte intuitiva de la música, presentándola también a los grandes pianistas Erroll Garner y Oscar Peterson.

Después de concluir sus estudios en la Escuela de Música Yamaha, se trasladó a los Estados Unidos para estudiar en el Berklee College of Music en Boston. Entre sus mentores estaba el bajista y arreglista de jazz Richard Evans que, junto a Ahmad Jamal, produjo ese primer disco que supuso un éxito de crítica en América del Norte y Japón (Disco de Oro y Premio al Álbum de Jazz del Año). El asombroso debut de Hiromi no fue más que un pronóstico del jazz que estaba por llegar, con excelentes discos colaborativos como Duet, junto al pianista Chick Corea, o Jazz in the Garden, con el contrabajista Stanley Clarke. Entre sus proyectos propios destacan, además de sus grabaciones de solo piano, sus cuatro discos en formato trío o su reciente Silver Lining Suite, en quinteto, en el que ejemplifica su hibridez virtuosa y amplio rango emocional.

Hiromi, que ya nos deslumbró en sus actuaciones en Jazz en la Costa junto a Stanley Clarke en el año 2010 y Edgar Castañeda en 2017, regresa a Almuñécar con su nuevo proyecto, Hiromi´s Sonicwonder, junto a una nueva banda que se presenta en los mejores festivales de Europa durante el mes de julio, anticipo del nuevo disco que saldrá al mercado en octubre.

-Verla en directo es siempre asombrarse por su nervio y su inmensa energía ¿de dónde sale? ¿Y cómo la repone?

-Yo toco para la gente, para hacerla feliz, y es una experiencia universal, en cualquier parte del mundo por muy remota que sea o de una cultura completamente distinta, empiezas a tocar y estamos todos unidos al instante, es la fuerza de la música. Y yo me recargo de la audiencia, repongo la energía de ellos (risas), me encanta la comunicación directa con el público.

-Su noche en este festival con el arpista Castañeda fue memorable. ¿Qué le llevó a este formato tan diferente?

-Pues no sabría qué decirle. Solo estoy siguiendo la música que quiero crear en este momento, me dejo llevar, y con Castañeda, pensé que podría funcionar, como así ocurrió, fueron unos conciertos muy especiales. Me alegro de haber tocado en su festival y que nos escucharan.

-Muchas veces la han asociado con el Manga ¿Qué tal la experiencia de componer para músicos dibujados en Blue Giant?

-Me han dicho muchas veces ‘la pianista Manga’ (risas). Y la verdad es que siempre he sido una fanática de los dibujos, y siempre escuchaba música mientras los leía, así que fue algo muy natural.

-¿Dónde encuentra inspiración un artista que vive solo de actuar por el mundo sin parar?

-Pues de eso, de unos dibujos animados, de una película, de un paisaje, de una conversación, una retransmisión deportiva, una noticia… Fíjese que una de mis primeras composiciones que hice de niña se llamó ¿Por qué no pueden volar los pollos?, la inspiración está en todas partes (risas) y yo tengo las antenas apuntando en todas direcciones.

-Hay muchas fotos suyas en Aranjuez ¿fue por turismo?

-Toqué el Concierto de Aranjuez con Chick Corea y tenía muchas ganas de visitar el sitio que inspiró esa preciosa obra. Turismo emocional.

-También ha grabado la pieza Ribera del Duero, ¿tanto le gusta España?

- Supongo que sí. Los españoles siempre son tan apasionados por la música y la comida, ¡esa es la clase de gente que amo!

-Así se le van ocurriendo los temas…

-Componer para mí es como llevar un diario. Algunos días puedo escribir más que otros días, un pequeño motivo, o solo cuatro compases, ocho compases… Solo trato de escribir cómo me sentí ese día. En lugar de un diario de escritura tengo este diario de música. Cuanto más experimento tengo un poco más que decir.

-Asegura que Oscar Peterson fue uno de sus maestros, cuente, cuente, porque tocó con él.

-Era muy pequeña cuando recibí una carta suya en la que decía que había oído mi música. Fue maravilloso. Nos escribimos varias veces y le conocí cuando me mudé a los Estados Unidos a la Berklee. Luego me invitó a abrir su gira por Japón, fue increíble, siempre digo que es como si a un aficionado al futbol le invitan a jugar con Maradona.

-Por terminar por el principio, acaba el concierto tras gastar tanta energía ¿y?

-Agotada, lo hago agotada (risas). Lo doy todo en cada concierto, porque siempre pienso que es mi primer show y el último, porque nunca sucede con la misma audiencia, así que es una aventura única en la vida, para mí y para la audiencia, por lo que suelo acabar exhausta. Necesito un par de horas para sentirme bien.

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