Crítica de Cine

Horror (y sexo) en el hipermercado

la fiesta de las salchichas

Animación para adultos, EEUU, 2016, 89 min. Dirección: Conrad Vernon, Greg Tiernan. Guión: Evan Goldberg, Kyle Hunter, Seth Rogen, Ariel Zafiro. Música: Christopher Lennertz, Alan Menken. Con las voces originales de: Seth Rogen, Kristen Wiig, Edward Norton, Salma Hayek, Jonah Hill, Michael Cera, Paul Rudd, Danny McBride, Bill Hader. Cines: Kinépolis, Megarama, Cinema Serrallo.

Nos tiene tan mal acostumbrada la cartelera a la asociación animación comercial=infantil, que conviene advertir a los padres incautos o desinformados que esta Fiesta de las salchichas no está ni mucho menos recomendada para sus criaturas, si acaso para jóvenes o adolescentes ya curados de espanto y consumidores habituales de productos culturales heterodoxos y políticamente incorrectos.

En las antípodas del universo Pixar, La fiesta de las salchichas bien pudiera ser el reverso tenebroso y clasificado X de Toy Story, a saber, una comedia gamberra, cortesía de Seth Rogen, Evan Goldberg y compañía (Supersalidos, Juerga hasta el fin, Malditos vecinos...), que coloca en la perspectiva de la autoconciencia iconoclasta y deslenguada a un nutrido y colorido grupo de productos de supermercado, comida basura y fast food para más señas, que descubre súbitamente su destino en las sartenes, microondas y barrigas del hombre.

Lanzada al desmadre faltón y canalla, bifurcada en varias tramas de huida, flirteo screwball (entre una salchicha y un panecillo) y supervivencia, esta fiesta es lo suficientemente inteligente como para repartir a diestro y siniestro a propósito del consumo o la multiculturalidad al tiempo en que celebra la sexualidad libre y lo estupefaciente. Sólo por algunos de sus muchos hallazgos cómicos (véase a esa plasta con gafas en silla de ruedas que emula a un Stephen Hawking visionario) o por ese apoteósico final orgiástico entre estantes de ofertas, ya merece la pena.

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