Iguana Tango le pone acento de rock americano a sus nuevas canciones

Después de 16 años de carrera en la música y con el peso de hits como Te perdí a sus espaldas, Iguana Tango ha querido deshacerse de cualquier cliché y afrontar una nueva etapa musical en la que se alimenta de Dylan, Petty y otros grandes y con la que ha tomado por completo las riendas de su historia. Con ese espíritu "mucho más maduro" nace Demasiados lobos aullando para una sola luna, el nuevo álbum de la banda madrileña, que se podrá escuchar en directo esta noche en la sala Mae West.

"Hemos hecho el disco que queríamos sin la presión de que pudiera salir mal. Antes todo era más arriesgado, había mucha gente involucrada en el grupo y había que contentar a todos. Ahora no sucede eso, ahora sólo nos centramos en ser honestos, que es lo que tiene que ser una banda de rock. Este disco es más rockero, tiene más riffs de guitarras y letras más de cantautor americano, con personajes que son antihéroes y que tratan temas más sociales... Queremos hablar de los sentimientos universales del ser humano que van más allá de la historia de amor clásica y que nos parece muy interesante ahondar en ellos. Es un disco para escuchar lentamente, no íbamos buscando tanto el hit para sonar en las radios como el hacer un disco grande y que perdure en el tiempo", apunta Joaquín Padilla, cantante y guitarrista de la banda.

Un total de 18 nuevos temas dan forma a Demasiados lobos aullando para una sola luna, el álbum con el que el grupo debuta también en la producción -"tenemos tal grado de confianza que nos apetecía hasta poder equivocarnos por nuestra cuenta", afirma- y que, curiosamente, es el que mejor acogida ha tenido entre el público durante toda su carrera. "Me quedo con lo bueno y lo malo que nos ha pasado en este tiempo, y que es lo que ha hecho que hoy sea como soy. En los últimos seis años hemos vivido muchísimas cosas, desde el desparrame del way of life del rock and roll hasta el momento en que descubres que la música es algo más", añade.

Los directos han sido el otro gran aspecto en el que se ha transformado la banda. Los tiempos, que antes se mantenían revolucionados durante todo el concierto, se han relajado en algunos momentos y ahora también dan cabida a temas ajenos sin que les cause ningún pudor: "Antes nos importaba que la gente estuviese todo el tiempo dando brincos, pero hemos descubierto que no falta dar saltos para pasarlo bien. Lo importante es echarle pasión a las cosas más que hacer conciertos frenéticos. Ahora hasta hacemos algunas versiones de clásicos del rock como The Rolling Stones o The Beatles. Será que nos hemos hecho mayores..." .