Crítica de Cine cine

Indecencia seudo religiosa

los milagros del cielo

Drama, EEUU, 2016, 109 min. Dirección: Patricia Riggen. Guión: Randy Brown y Christy Beam. Fotografía: Checco Varese. Música: Carlos Siliotto. Intérpretes: Jennifer Garner, Martin Henderson, John Carroll Lynch, Queen Latifah. Cines: Kinépolis, Cinema 2000 Neptuno.

Para filmar un milagro hay que ser un Dreyer, capaz de hacer creíble y carnal la resurrección final de Ordet, o un Pasolini, capaz de dar veracidad a la levitación de la criada de Teorema y de representar con naturalidad el diálogo entre Cristo y el Diablo en El Evangelio según Mateo. O el Terrence Malick de El árbol de la vida que, con la perspectiva del Libro de Job, es capaz de visualizar desde el Big Bang hasta hoy el absurdo de la Creación para una madre que ha perdido a su hijo. Es decir, hay que tener sentido de lo sagrado y capacidad para representarlo. Desgraciadamente la realizadora mejicana afincada en Hollywood Patricia Riggen carece de ambas cosas. Sus habilidades cinematográficas han sido puestas en entredicho por su breve filmografía: La misma luna, Educando a mamá y Los 33. Y su sentido de lo sagrado no va más allá de la estampita o el libro de autoayuda.

Con este bagaje no es de extrañar que los hechos por lo visto reales que cuenta no lo parezcan. Una niña afectada de una enfermedad terminal cura milagrosamente gracias a la fe. El estilo es el de La casa de la pradera. La religiosidad que se presenta es un manual de autoayuda. La iglesia a la que acude la familia, con un predicador memo y rockero, invita seriamente a pasarse al lefevrismo o al ateísmo. Al lado de esto el reality Quiero ser monja es Diálogo de carmelitas.

La evolución de la enfermedad se detalla pornográficamente para que después reluzca más el milagro. Se repite la misma indecencia de otra película con niño malito y milagro -El cielo es real- de esta misma productora. No le pidan a esta basura humanidad, complejidad teológica, preguntas sobre la coexistencia entre Dios y el mal, apuntes de Camus sobre el sufrimiento de los inocentes impugnando la existencia de la Providencia. Porque lo que les dará es superstición, sentimentalismo, extorsión emocional y mentira. Aunque el caso sea cierto. La visualización del milagro es digna de la peor animación japonesa.

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