"Un tsunami neofascista recorre el mundo. Llega a las redes sociales de internet, a los campos de fútbol, incluso a instituciones y partidos políticos. Con él viaja el odio al diferente, al vulnerable, y su intento de demoler históricas conquistas democráticas. De este detritus surge la violencia neonazi, que en modo alguno responde a tribus ni gamberros, ni son brotes puntuales. Emergen amenazas de retorno a esa Europa del horror que creíamos enterrada para siempre".

Así de contundente y demoledor se expresa Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, en su último libro, La España racista, que fue presentado ayer en el Palacio de los Condes de Gabia de la mano del colectivo Granada Abierta. Esteban Ibarra alerta, además, sobre cómo internet se está convirtiendo "en una pista deslizante" por la que se cuela el racismo más ignorante y brutal.

-¿En qué consiste el libro?

-Es un libro dedicado a las víctimas del racismo y de los delitos de odio. Es la narración de hechos muy graves, como el asesinato de Carlos Palomino a manos de un nazi, o el de Lucrecia Pérez en los años noventa. Con él tengo tres intenciones: el compromiso de preservar la memoria de las víctimas de crímenes racistas, denunciar los delitos de este tipo y estimular la acción cívica.

-¿Qué intenta conseguir con él?

-Quiero hacer un análisis del racismo y la xenofobia, ver cuál es el papel de la justicia y promover la creación de más fiscalías de delitos de odio. Ahora hay una en Barcelona y otra en Madrid. Quiero que haya otra en Granada. El libro constata los avances en contra del racismo, pero también plantea tareas, porque hay déficits graves.

-¿Cuáles son esos déficits?

-Hay una enorme falta de apoyo a las víctimas. Es necesario también plantear la reforma del Código Penal, tal y como plantea la Unión Europea.

-Muchas veces son los medios de comunicación los que fomentan el racismo o los prejuicios ¿no? Si en Valencia un hombre mata a otro, el titular sería precisamente ese, pero si es un marroquí, dicen "Un marroquí asesina a un hombre..."

-Sí. Los medios de comunicación deben mentalizarse para eliminar prejuicios, no para avivarlos. No están siendo nada cuidadosos. Sí quiero incidir en un peligro mayor que el de los medios de comunicación, y es el avance del racismo a través de internet. Internet se ha convertido en la pista deslizante del racismo y el neonazismo, es una puerta abierta que está fomentando su avance en foros, en redes sociales, en facebook... He encontrado que en Europa hay 10.000 páginas webs de corte racista o neonazi. En España hay 400. Curiosamente, la mayoría de ellas están alojadas en dominios de Estados Unidos. Ellos se amparan en la Primera Enmienda, que permite una libertad de expresión sin límites, a diferencia de Europa, en que esa libertad de expresión se termina en cuanto vulnera el derecho de las personas. Eso nos está haciendo a todos muchísimo daño. La principal tarea debería ser controlar internet, que lo que sea ilegal en la vida real sea también ilegal en internet.

-¿No está fomentando la televisión, con sus programas-basura, sus tertulias, que se alimenten tópicos manidos y prejuicios?

-Los programas de participación pública, ya sea en televisión, en radios o en foros, están produciendo excesos sin límites. Nunca se comprueban los comentarios que van a emitirse. Se vierten muchas falsedades, sobre todo en lo que respecta al inmigrante, al ginato, al homosexual. Éstos son colectivos que sufren un odio atroz.

-¿Qué es el concepto de delito de odio?

-La Unión Europea dice que cualquier infracción penal que se cometa contra alguien por ser de un determinado colectivo es un delito de odio: cualquier ataque a alguien por tener el síndrome de Down, por ser musulmán, por ser gitano, por ser inmigrante. Son personas con un sufrimiento triple: el de la discriminación, el del odio y el de la violencia.

-Usted se ha mostrado también muy crítico con los actos de la Toma de Granada...

-La Toma de Granada es una convocatoria donde emerge de una forma clarísima el prejuicio. Pero no sólo es eso, sino que hay actuaciones intolerables de la ultraderecha, concentraciones de neonazis, actividades de colectivos neofascistas que acuden a Granada expresamente a ese acto. La última vez, alguien despleguó una pancarta pidiendo una nueva Reconquista de España. Eso debería ser abordado por la fiscalía, porque todos sabemos lo que significó la Reconquista y las connotaciones que tiene esa palabra. Detrás de la Reconquista está el odio y la violencia contra los musulmanes, contra los judíos, contra los gitanos, contra el diferente.