Trabajador incansable, Iratxo continúa su inacabable labor de acoso y derribo a los convencionalismos y el aburrimiento con un nuevo disco, Hueso y Carne, que acaba de publicar con la llegada del año 16. En él se mezclan sus nuevas composiciones con algunos temas conocidos de anteriores trabajos, unidos todos por el tratamiento íntimo y acústico que les ha dado en esta grabación. No es nada nuevo para este culillo de mal asiento cuyos vaivenes no son nunca previsibles.

El año pasado por estas fechas visitó Granada con banda eléctrica al completo; entonces vino a BoogaClub presentando La Última Bala, un cd/dvd grabado en directo en la sala Caracol de Madrid durante la presentación, de su anterior entrega, el álbum, Amor y Otras Guerras. Precisamente con ese disco pisó el escenario de La Tertulia, el mismo que ocupará mañana, un ya lejano otoño de 2013. Vuelve pues por sus fueros acústicos y solitarios con un concierto que forma parte de una gira de 45 fechas por toda España y algunas capitales europeas.

El sevillano de nacimiento, navarro de corazón (Iratxo es un duende popular de la mitología euskaldún) y madrileño por residencia en el mestizo barrio de Lavapiés, ha vuelto a grabar todas las canciones que contiene Hueso y Carne en riguroso directo, según su costumbre. Y para quien dude de su condición de trabajador del mundo del espectáculo, de héroe de la clase trabajadora, baste decir que le ha dado tiempo a tener listos y grabados los temas en un año 2015 en el que ofreció nada menos que 64 conciertos repartidos entre unos cuantos festivales y muchas más salas de España y de Argentina, Colombia, Uruguay, México y Chile, donde presentó La Última Bala. Todo eso es pasado. Sin dar tiempo a sus seguidores a despistarse ya está aquí de nuevo con más madera, pues esto es la guerra.