Trece años al frente de su banda, Wallflowers, y toda una vida con la permanente referencia paterna del más grande de los cantautores, Bob Dylan, han servido a Jakob Dylan como experiencia para lanzar su primer disco en solitario, Seeing things, que Sony publicará en España el próximo lunes.

Reniega de la celebridad de su padre pero usa su apellido artístico para su propia carrera. Jakob Zimmerman logró sus quince minutos de fama gracias a otros tres de absoluta gloria musical, aquellos en los que se encierra la melodía de One headlight, la canción que hizo despuntar de forma efímera a su grupo, Wallflowers, en el año 1996 y que le hizo ganar un Grammy. Junto a ella también estaban otras como 6th Avenue Heartache, The difference o Three Marlenas, que lehicieron vender cuatro millones de copias de este trabajo en su primer año, el doble de las ventas del celebre Blood on the tracks de su padre.

Seeing things está producido por el legendario Rick Rubin, quien ha trabajado con Johnny Cash, Tom Petty, Jay Z, Beastie Boys, Red Hot Chili Peppers, AC/DC y Rage Against the Machine, entre otros, y contiene diez canciones minimalistas en las que Jakob Dylan cede casi todo el protagonismo a las guitarras acústicas.

"Evoca la cara más dulce de Elvis Costello y Bruce Springsteen", ha destacado la edición estadounidense de Rolling Stone acerca de este álbum, que llega tres años después del último trabajo discográfico de Wallflowers, cuya atracción mediática ha ido desvaneciéndose en los últimos años.

Abre el álbum la sencillez de la canción Evil is alive and well y le siguen temas como Valley of the low sun, I told you I couldn't stop, All day and all night, War is kind, Something good this way comes o Everybody pays as they go en un catálogo de estilos que recorre el folk, el country y el blues.

"¿No ha habido momentos en los últimos años en los que te has preguntado: ¿estoy viendo visiones", se pregunta Jakob Dylan en declaraciones que recoge Sony para explicar el título de Seeing things, que en castellano significa precisamente 'Viendo visiones'.

"Es algo que quería realizar desde hace algún tiempo y no puedo estar más contento. No tiene nada de juego, ni es entretenerse con la pinball, ni contratar una secretaria. Rick Rubin me ofreció el ambiente necesario y me dio algunas opiniones increíblemente útiles sobre hacia dónde deberían ir las canciones. Es algo intangible, pero tenía más razón que nadie con quien había trabajado antes", explica el músico.

El primer disco de Jakob Dylan es un fiel reflejo de la forma en la que él mismo vive la música: por un lado, con temas acústicos y minimalistas en el tono de los tiempos oscuros que vive el mundo y, por otro, canciones más alegres y llenas de luz. Ya sólo queda escuchar si Seeing things sigue la estela de su precioso Bringing down the horse.