James Morrison califica 2010 como el peor año de su vida
El cantante británico de soul despierta de su letargo con su tercer disco, 'The Awakening'
El año 2010 fue terrible para James Morrison, "el peor" de su vida en realidad, pero el cantante de soul británico ha despertado y en su tercer disco, The Awakening, dice haber procesado el dolor por la muerte de su padre y haberse reafirmado él mismo tanto en ese papel, como en el de artista. "Al menos un 45 por ciento del disco trata sobre mi padre", cuenta en una entrevista el artista, que afirma que con este álbum se propuso "experimentar musicalmente con nuevos sonidos, pero también imprimirle un impacto emocional".
Morrison (Rugby, Reino Unido, 1984) contó para ello con la ayuda del productor y exguitarrista de Suede Bernard Butler. "Sobre todo fue muy bueno para exagerar la personalidad de las canciones, permitiendo que la música respire", dice sobre su trabajo. Pese al éxito cosechado por Butler con el primer disco de Duffy, otra de las promesas de la nueva hornada soul de Reino Unido, Morrison asegura que aquello no pesó en su elección. "No soy fan de Duffy. No me gusta su voz, tan nasal, aunque el sonido del disco era fantástico", afirma.
En The Awakening participa también Mark Taylor, productor de su gran éxito junto a Nelly Furtado Broken Strings. Suya es la labor en el estudio tras el primer single, I Won't Let You Go. "Es una canción con la que me identifico. Quería escribir un tema con una letra universal, pero lo hice pensando en alguien muy cercano a mí", dice Morrison, que en 2010 vivió cierta debacle profesional y personal.
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