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Javier Benítez 'Chango' propone soñar y divertirse en 'Patidifusia'

  • El ilusionista abre esta noche en El Apeadero el Hocus Pocus con un espectáculo de magia de cerca tan solo apto para quienes no han perdido la capacidad de asombro.

Hace tres años, Javier Benítez decidió dejar atrás su trabajo como publicista para dedicarse por entero a la magia, que era lo que le removía como ninguna otra cosa las entrañas. Añadió entonces 'Chango' a su nombre y comenzó a recorrer teatros y salas con la intención de hacer lo que decía Juan Tamariz: "divertirse, tener siempre ganas de jugar y amar la magia y al público por encima de todo", tanto que ahora asegura vivir "absolutamente feliz" en Patidifusia, el paraíso imaginario que ha creado para el disfrute de quienes le ven y que esta noche se trasladará por arte de magia a la sala El Apeadero en el arranque oficial del décimo festival Hocus Pocus.

"A Patidifusia viene todo el público que quiera jugar con la imaginación y que esté dispuesto a dejarse llevar por las leyes no naturales", apunta Benítez, quien avanza que a la entrada de su espectáculo cada asistente debe elegir un caramelo entre dos posibles. "Quienes se tomen el correcto disfrutarán de la magia; quienes se tomen el equivocado, no", añade, aunque da una pista para asegurarnos de la elección: "la mejor forma de escoger el correcto es dejarse llevar y estar predispuesto a ser ilusionado".

Ante semejante punto de partida, en Patidifusia cabe un poco de todo. Juegos con dinero, con cartas, con bolas, con cubiletes e incluso con frutas, mezclados con momentos de misterio, poesía y, sobre todo, mucho humor, construyen la base de este espectáculo de magia de cerca en el que 'Chango' también rinde un personal homenaje a su maestro, Arturo de Ascanio. "Pongo al servicio del público la búsqueda mágica de un lenguaje propio, donde juego con símbolos y efectos mágicos para expresar emociones", explica el ilusionista, quien cuenta tras de sí con más de veinte años de estudios mágicos y diez de profesión en los que ha recorrido algunos de los principales escenarios de todo el mundo y que le han valido, entre otros, galardones como el Mago del Año en este 2011.

Patidifusia es uno de los llamados 'espectáculos de magia de cerca', una de las ramas más complicadas pero satisfactorias de la magia: "Ilusionista y público disfrutan mucho este tipo de números, ya que la gente se siente más partícipe de lo que está sucediendo en el escenario a la vez que comprueba que el mago es una persona de carne y hueso que está ahí con ellos, no es nadie místico ni un ente alejado. Cuanto más en la realidad y en contacto cercano está el mago con su público, más imposible es la sensación mágica porque no existe ningún elemento teatral, no hay cuarta pared, sucede aquí y ahora, y eso es lo que la hace tan potente y más fuerte que el resto de las magias".

Además de la predisposición de su público para quedarse 'patidifuso', Benítez está convencido de la importancia de ser un mago profesional capaz de llevar a los demás a su mundo, una cualidad que "se puede llegar a enseñar" y que "incluso se puede llegar a aprender" pero que necesita inevitablemente apoyarse en el "punto fuerte" de cada ilusionista: "En mi caso, la magia siempre me ha resultado más fácil y encajaba mejor conmigo que otras artes que he practicado. Con la magia no noto cansancio o hastío, y eso hace que trabajar en esto resulte muy grato".

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