música por Enrique Novi

Javier Vargas, anfitrión del hermano de Mick Jagger

  • La sala Boogaclub acoge el primer concierto en Granada de Chris, siempre a la sombra de los Rolling

Javier Vargas vuelve a Granada al frente de su banda con nuevo disco bajo el brazo. Heavy City Blues, que es su título, será la excusa para acercarse a BoogaClub a partir de las once de esta noche, pero el morbo estará en el ilustre apellido del artista invitado que lo acompaña en su mini gira española. Chris Jagger debió aprender desde muy joven a sobrellevar las miradas de curiosidad y las comparaciones, siempre odiosas y más cuanto más inalcanzable se vislumbre el objeto de la comparación. Lo curioso del caso es que el hermano de Mick Jagger, en su irregular carrera, se ha mantenido más fiel a las raíces de la música norteamericana que los propios Stones, que construyeron su leyenda emulando el blues de Chicago.

Las malas lenguas, entre las que se incluyen incluso algunas de las de sus miembros, dicen que Mick Jagger y Keith Richards tenían un solo single de blues entre ambos cuando formaron el grupo. Chris en cambio ha publicado una serie de discos que se ajustan de manera más ortodoxa al canon del country y el blues, e incluso formó parte de Atcha Acoustic, un grupo especializado en zydeco, la música criolla de los francoparlantes de Luisiana. Con Vargas comparte, además de la presentación de su último trabajo, su amor por la música de los doce compases.

El blues y un amigo en común hicieron posible el encuentro entre Chris Jagger y Javier Vargas y fruto de él son las tres fechas que hacen estos días juntos por España, la primera en Ibiza, y la última en Madrid tras su paso por Granada. "Ambos pertenecemos casi a la misma generación y escuchamos la misma música, el brit-blues de Fleetwood Mac, Peter Green…", explica Vargas, que continúa con varios tópicos: "El blues es un idioma común que no entiende de edades ni de lugares y permite conectar a dos seres en cualquier parte del mundo". Una pasión que se extiende a otras músicas de raíz, como el country, cuya capital, Nashville, por cuya universidad pasó Javier, da pie a Chris a teorizar sobre el género: "Odio Nashville, ¿sabes? Tomaron el country y lo hicieron algo comercial, como un Factor X -el OT norteamericano- falto de imaginación".

Una opinión autorizada, pues Jagger, durante su largo período de sequía discográfica, ejerció de periodista para Rolling Stone o The Guardian. En realidad Chris debutó en 1973 con un correcto disco en el que colaboró su hermano metiendo algunos coros, pero tras un segundo intento al año siguiente abandonó desengañado del negocio musical ante la falta de interés de los productores. Él lo explica así: "Durante una época los medios musicales consideraban que todo lo que no fuera punk era basura, incluidos los Stones; no había sitio para géneros como el hillbilly, base del bluegrass y del country". Fueron años en los que probó diversos trabajos alrededor del negocio del espectáculo, en algunos teatros londinenses o como diseñador, hasta que decidió volver en 1995, más de veinte años después de su anterior disco. Desde entonces ha publicado cinco álbumes, el más reciente de los cuales, Concertina Jack presentará esta noche junto a la Vargas Blues Band. Esta, tras celebrar su vigésimo aniversario en 2012, vuelve con nuevo material, el mencionado Heavy City Blues, que es una propuesta más rockera, una vuelta al rock de los primeros setenta, seguramente influido por la compañía de Carmine Appice, una leyenda de la época. Según Javier "se trata de una catarsis frente al ambiente opresivo, el de la heavy city del título, que es cualquier ciudad grande del mundo, deshumanizadas por la polución y el estrés que supone vivir en ellas". Para Vergas resulta imposible abstraerse de los recientes acontecimientos internacionales, "del contexto general que está conformando ese nuevo orden mundial" que le hace cantar al desamor y a la desigualdad.

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