Entrevista | Joaquín de Luz

Joaquín de Luz: “El arte tiene que transportar a la gente a un lugar mejor”

  • La Compañía Nacional de Danza estrena una nueva versión de ‘Giselle’ inspirada en Gustavo Adolfo Bécquer

Joaquín de Luz: “El arte tiene que transportar a la gente a un lugar mejor”

Joaquín de Luz: “El arte tiene que transportar a la gente a un lugar mejor” / Compañía Nacional de Danza (Granada)

Cuénteme qué es Giselle y en qué van a consistir sus actividades.

–Giselle es un ballet clásico, romántico y tradicional, un icono en todo el mundo de la danza. Las compañías más importantes del mundo lo han representado, y yo lo he bailado a lo largo de mi carrera hasta en cuatro versiones diferentes. Siempre ha sido mi sueño poder hacer mi propia versión, representarla a mi manera. Además, también hemos hecho un libro infantil sobre Giselle porque creemos que es muy importante acercar a los niños a la danza. Eso sí, el libro ha suavizado parte del drama para adaptarse al lenguaje de los pequeños, porque no queremos asustar a nadie.

–¿Es Giselle su ballet favorito?

–Es uno de mis favoritos, porque es difícil elegir solo uno. Creo que tiene mucha carne y mucha potencia dramatúrgica. Es la historia del amor que sobrepasa la muerte, y una historia así no tiene caducidad.

–Aún así ha decidido introducir cambios en algunas partes de la obra. ¿Por qué?

–A la obra le faltaba un poco de identidad, porque es un poco ambiguo el lugar donde se desarrolla la acción. Usando la figura de Bécquer, y gracias a la ayuda del dramaturgo Borja Ortiz de Gondra, encontramos muchos puntos de conexión con sus versos y fue ahí donde surgió la idea de ambientarlo y ubicarlo en el Romanticismo español, en concreto donde escribía Gustavo Adolfo Bécquer, en el Moncayo. Nos pusimos a investigar sus costumbres, sus danzas y lo que solían hacer los campesinos en aquella época. Además, en vez de centrarnos en los nobles y en los duques, que se utilizan tradicionalmente, nos centramos en los turistas extranjeros que viajaban por los pueblos de España en la época romántica y que alucinaban con nuestros bailes y tradiciones. 

–¿Qué emociones desea transmitir al público con Giselle?

–Espero emocionar con esta historia. Creo que en este momento que estamos viviendo es muy relevante explicar historias de amor, y mucho más poder contar esta: la historia de amor por excelencia. Me gustaría que el público se evadiera de estos meses y de los malos ratos. Con toda esta situación la gente lo ha pasado muy mal, y creo que el arte tiene que transcender todo eso y transportar a la gente a un lugar mejor.

–La obra se estrenó en Madrid en diciembre, ¿cómo ha sido la primera acogida?

–La verdad que fue un milagro que pudiéramos sacar una montaña tan grande como esta producción adelante con la que estaba cayendo. Fue bastante raro, ya que el teatro estaba lleno a la mitad y la orquesta, que estaba escrita para 60 músicos, la interpretaron poco más de 20 artistas. Era muy raro, la gente aun tenía mucho miedo de ir al teatro y no sabíamos cómo iba a reaccionar. Aún así, había público joven y mayor y tuvo muy buena acogida. 

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50736254361_4519b6cfe0_w / Compañía Nacional de Danza

–Ha trabajado y estudiado fuera de España. ¿Crees que en otras culturas o países se valora o aprecia más el arte de la danza?

–Sí, desde luego. Yo estuve en Estados Unidos, que fue un sueño personal. He tenido suerte: estaba preparado y se me ofreció la oportunidad de coger ese tren, así que lo hice. En otros países hay muchas más infraestructuras y mucha más ayuda a la cultura, aunque también es otro sistema diferente. Allí funcionan por lo privado y es muy diferente aquí. Cuando yo me fui no había ninguna compañía que albergara mis sueños en España. Pero para eso he venido: en la Compañía Nacional de Danza (CND) quiero crear la compañía que me habría gustado tener cuando yo empecé.

–¿Qué ha aprendido desde su llegada a la CND y qué ha podido enseñar?

–Creo que esto se debe juzgar sobre el escenario, aunque ahora vamos por muy buen camino. Cuando termine mi tiempo aquí, quiero que la compañía esté en el nivel que creo que debería estar una compañía nacional. Quiero impregnarla de identidad, mejorar la calidad artística y que la compañía sea más versátil. Todo está yendo bien, pero hemos perdido más de un año por la pandemia. Personalmente, la compañía me ha enseñado el sentido de la adaptabilidad.  Yo aquí me he encontrado un sistema muy diferente al de cuando empecé, y hay cosas que están siendo un reto porque son las primeras veces que las afronto.

-Ha confesado en varias ocasiones que es optimista por naturaleza. ¿De dónde saca esa positividad?

–Creo que toda situación, por muy negativa y adversa que sea, tiene la oportunidad de sacar algo bueno y positivo. Esta situación nos está haciendo dar valor a cosas que antes dábamos por hecho, como el simple hecho de ver o abrazar a un familiar. Hay que poner todo en perspectiva:  hemos sido afortunados, porque la población lo está pasando muy mal, y sobre todo el sector de la cultura. Nosotros hemos tenido suerte gracias a las ayudas del Inaem y el Ministerio de Cultura, y somos muy afortunados de haber podido estar sobre el escenario.

–¿Qué consejos le daría a las nuevas generaciones que quieren dedicarse a la danza o al baile?

–Aquí no hay una varita mágica, es todo trabajo y entrega. Si sigues tus sueños y trabajas, te involucras y sobre todo lo amas, todo vendrá. Esta carrera hay que amarla porque es muy dura, tanto física como mentalmente. Aunque finalmente no te acabes dedicando a ello, la danza te enseña unos valores y unas herramientas en la vida que no te enseñan otras muchas cosas.

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