Joni D. retrata el punk catalán de los años ochenta en 'Qui pagui Pujol'

Pese a que se hable de la Movida Madrileña, lo cierto es que la ola punk que asoló el país a comienzos de los años 80 tuvo varios epicentros: Madrid, Vigo, Granada, el País Vasco y Barcelona. La de ésta última ciudad fue toda una eclosión cuando, entre sus huestes, salieron formaciones como Último Resorte, Decibelios, Loquillo y los Trogloditas, Los Burros (que serían posteriormente El Último de la Fila) o Desechables. Un testigo de primera línea de aquello, Joni D., un joven punkie de la época ha decidido recordar todos aquellos años con un libro, Que pagui Pujol! (Una crónica punk de la Barcelona de los años 80) que mañana se presenta en Granada, a las 12:30 horas, dentro del Festival Internacional de Jóvenes Realizadores en La Pista Sonora (Plaza del Humilladero). El libro es un recuerdo a la libertad.

"Lo que quería contar en este libro", explica Joni D., "aparte de mis propias memorias de adolescente, es el enorme cambio que se ha producido en la vida cotidiana de la gente, la forma en que todo lo popular se ha perdido, los espacios públicos le han sido arrebatados a los ciudadanos. En los años ochenta no era así. Se respiraba libertad".

"La idea de escribir este libro me surgió hace tres años. Quería escribir sobre mis recuerdos de aquellos tiempos. En libro fue publicado en catalán hace un año y tuvo que reeditarse a los cuatro meses. Ahora ha salido la versión en español", comenta Joni D.

Que pagui Pujol era una canción del grupo punk L'Odi Social que se convirtió en un himno generacional entre los jóvenes catalanes de la época. "Yo era un seguidor de ese grupo. Nosotros éramos los punkitos. A los 14 años comencé a hacer fanzines y montar conciertos. Estábamos muy concienciados con todo. L'Odi Social, por ejemplo, fue el primer grupo en plantarle cara a la heroína. Eran muy activistas en lo social y en lo político. Yo estaba entre esa gente que hacía de okupa, que se manifestaba contra el servicio militar o nos peleábamos con los fachas".

"No es un libro exactamente sobre la movida musical en Barcelona, sino sobre todas las cosas que pasaron allí en los años ochenta y noventa", señala Joni D. El libro, visualmente, es muy atractivo ya que abandona el formato normal y se presenta como una especie de fanzine en el que se reproducen revistas de la época, recortes de periódico, panfletos, fotografías.

"Lo que más se me ha quedado de aquella época", indica el escritor, "es el hecho de que todo lo tuvimos que aprender por nosotros mismos una vez muerto el dictador. Desconfiábamos de aquello que llamaban democracia porque no hubo depuración de cargos, no cambió nada. Pero los jóvenes tuvimos la oportunidad de ser libres, de hacer todo aquello que nos diera la gana y hacerlo por nosotros mismos. Creo que somos la única generación del siglo XX que tuvo una juventud en libertad. Hoy todo está controlado por los bancos, los partidos y los medios de comunicación".

Joni D. critica la autocensura que muchos medios se imponen para abordar temas. "Recuerdo que había una revista llamada Star que hablaba de drogas, de sexo, de todo, y que hoy estaría prohibida. Yo leía aquella revista desde los 12 años y nunca me drogué ni bebí alcohol. Siempre se asocia el punk al alcohol, la violencia y las drogas, pero no es así. Yo tengo una hija de catorce años a la que le hablo de las drogas para concienciarla. Pienso que hay que educar a los hijos en libertad".

Y de eso trata Que pagui Pujol, de los conciertos punk de entonces, pero también de los movimientos sociales, de las reivindicaciones políticas, de unos años en que Barcelona era una ciudad de espacios públicos reales.