El veterano pintor granadino José Cañas expone por primera vez una parte de su obra figurativa. Los cerca de cien cuadros que acoge el centro Gran Capitán fueron realizados hace unos 15 años, según el anónimo artista. Por acción u omisión, la pintura del albaicinero José Cañas y el propio creador han permanecido en el más absoluto anonimato. Sólo un puñado de granadinos, allegados la mayoría, ha visitado el taller de Cañas. La muestra Contemplando lo cotidiano puede verse hasta el 7 de junio. El horario de visita es de cinco de la tarde a 21.30 de la noche, de martes a sábado, y de 10 a 14 horas el domingo; la sala está cerrada lunes y festivos.

Pese a su maestría, José Cañas sólo ha participado hasta ahora en homenajes tributados a artistas granadinos, aportando alguno de sus lienzos. "Incomprensiblemente", al decir del comisario de la exposición, Eduardo Entrala, el pintor es un desconocido para la ciudad de Granada, pese a que la primera referencia a Cañas data de la década de 1980. En esa época, la revista Cambio 16 publicó un reportaje que contenía una relación de los mejores pintores españoles del momento. Cañas formaba parte de aquella lista. Entrala quería exponer la obra de Cañas desde hacía años. No ha conseguido espacio por unas u otras razones, aunque sus interlocutores reconocían las cualidades de la obra pictórica.

Pintura espectacular, sobria, sencilla y tierna, sublime en la forma de plasmar la luz y de pinceladas diestras definen la obra de Cañas aquellos que tienen la oportunidad de conocerla. "Cuando los visitantes vean los cuadros se preguntarán de dónde ha salido este artista y yo respondo que de las entrañas de Granada", manifestó Eduardo Entrala en una rueda de prensa en la que también participó el concejal de Cultura, Juan García Montero.

José Cañas, de 75 años, nacido en la calle Real de la Alhambra, ha vivido toda su vida en el Albaicín, barrio en el que se ha desarrollado como pintor, tras asistir a clase de Dibujo Artístico en la Escuela de Artes y Oficios de Granada. Aunque se considera autodidacta, la obra de Cañas bebe en los maestros de la primera mitad del siglo XX, como Morcillo, Rodríguez-Acosta o López Mezquita.