La creación musical en Granada no ha recibido la misma atención de la que han gozado otras disciplinas como la pintura o la poesía. Eso ha hecho que, a pesar de contar con grandes creadores, esos nombres no sean tan conocidos como los cultivadores de otras artes. Varias actividades han coincidido en los últimos dos meses en la recuperación de los trabajos de algunos de esos músicos injustamente relegados. Si a finales del año pasado veía la luz un disco con composiciones de Valentín Ruiz-Áznar, el que fuera maestro de capilla de la Catedral de Granada durante más de 40 años; compositor, sacerdote, profesor del conservatorio, amigo muy próximo y colaborador de Manuel de Falla. Esta semana ha llegado el turno de su discípulo, Juan Alfonso García.

Este mismo miércoles Reynaldo Fernández ofrecía una conferencia en la sede del Ateneo de Granada en la que repasaba la historia de la composición musical en Granada desde la llamada Edad de Plata. El musicólogo destacaba nombres de compositores como Ángel Barrios, Francisco Alonso y sobre todo Manuel de Falla. Después, a través Valentín Ruiz Aznar, se transmiten muchas de las ideas que tenía el propio Falla hacía Juan Alfonso García. 

Discípulos de García

Juan Alfonso García fue también organista y compositor de la Catedral de Granada. "Él es extremeño pero vino muy joven y tanto su formación como su vida transcurrieron en la ciudad. Fue el último gran profesor de las Escuelas Catedralicias, muy famosas por la formación musical que ofrecían", explica Fernández, quien subraya su manera de componer que, "por una parte miraba a la tradición, pero también a los lenguajes modernos que se dieron en la primera mitad del XX, entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial": "Esas vanguardias eran muy bien conocidas por Juan Alfonso, que las incorporó". 

"Tuvo una serie de discípulos muy sobresalientes en el campo de la composición, como Manuel Hidalgo, de Antequera. Francisco Guerrero Marín, de Linares pero que se afincó pronto en Granada e hizo música con ordenadores. También José García Román, granadino y muy sólido, con una gran formación, que ha tenido y tiene composiciones muy importantes. Así como José María Sánchez Verdú, de Algeciras pero que se vino pronto a Granada. Ha estado en Alemania y ahora es Catedrático en el Conservatorio Superior de Madrid de Composición. Hace una música que investiga las posibilidades tonales que tienen los instrumentos y ha trabajado temas de interculturalidad inspirándose en la música andalusí y árabe. Además es autor de diversas instalaciones sonoras. También Ricardo Rodríguez Palacios, que fue compositor pero sobre todo se dedicó al magisterio de la dirección de coros", resalta Fernández. 

El investigador y nuevo director del Patronato García-Lorca destaca que en "la Catedral, Juan Alfonso García tenía algunos alumnos y constituyó una auténtica tertulia artística". "También fue profesor de la Cátedra Manuel de Falla de la Universidad de Granada, en la que daba unas clases muy interesantes para analizar diversas partituras y las relaciones de unos compositores con otros. Además fue director del Festival Internacional de Música y Danza durante dos años, aunque finalmente fue dejando voluntariamente esas ocupaciones porque quería dedicarse a la música y el sacerdocio y consideraba que las otras cosas lo distraían", recuerda. 

Juan Alfonso García y Reynaldo Fernández en una instantánea de 1976.

Publicación

Pero no sólo la conferencia ha tratado de dar el lugar que merece Juan Alfonso García, esta misma semana era presentada una publicación sobre el compositor. El director general de Patrimonio Documental y Bibliográfico, Juan Cristóbal Jurado, ha sido el encargado de presentarla este lunes en el Centro de Documentación Musical de Andalucía (CDMA) de Granada. Con el título La voz de lo invisible: Poetas andaluces en la música de Juan-Alfonso García, rinde homenaje al compositor y organista.

El legado del compositor ha sido cedido en depósito por sus herederas a la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte. Así, a la Biblioteca de Andalucía se cede la parte bibliográfica y al CDMA la artística y musical, con la finalidad de que se ponga a disposición de los investigadores y difundido entre la ciudadanía, ha explicado Jurado. En este sentido, ha detallado que la obra “es un homenaje de las instituciones receptoras de la Consejería, que es la editora, y de sus sobrinas y autoras del libro, Pilar Martín García y Cecilia García-Nieto García”. En cuanto al libro, éste se ha realizado con una original estructura, dado que las principales composiciones de Juan-Alfonso García, se presentan con una partitura de las mismas, el poema de los poetas andaluces en el que están inspiradas (Rafael Guillén, Antonio Carvajal, Rosaura Álvarez, Luis Rosales, Gerardo Rosales, Juan Gutiérrez Padial, Elena Martín Vivaldi, Antonio Machado y Federico García Lorca) y un código QR que permite la audición de la obra en la Biblioteca Virtual de Andalucía o en la página web dedicada al compositor”. Además, ha precisado que el libro se acompaña de un disco con las piezas presentes en la citada Biblioteca.

En el acto también estuvieron presentes las sobrinas, herederas del compositor, quienes se han mostrado muy orgullosas del resultado, de los autores del prólogo Rafael Guillén, Antonio Carvajal y Rosaura Álvarez y a la Consejería de Cultura por el apoyo prestado para la edición cómo por acoger en la Biblioteca de Andalucía más de mil volúmenes pertenecientes al músico granadino, que estarán dispuestos para su catalogación y consulta, así como otras seiscientas piezas entre documentos, cuadros y composiciones que han sido depositados en el Centro de Documentación Musical de Andalucía.