Juan Gaitán, ateneísta

Juan Gaitán: "Aunque muchos jóvenes aún no lo sepan, dentro de 10 años serán ateneístas"

Juan Gaitán: "Aunque muchos jóvenes aún no lo sepan, dentro de 10 años serán ateneístas"

Juan Gaitán: "Aunque muchos jóvenes aún no lo sepan, dentro de 10 años serán ateneístas" / Archivo (Granada)

Juan Gaitán, periodista, poeta, profesor, crítico literario y largo etcétera, confía en la esencial labor de los Ateneos en España y por eso dedica la mayor parte de su tiempo a la gestión como presidente de la Federación de Ateneos de Andalucía. Este lunes visita la sede del de Granada para impartir la conferencia Los ateneos a comienzos del siglo XXI.

-¿Qué intención hay en esta conferencia?

-El Ateneo de Granada está desarrollando un ciclo en torno a la idea del ateneísmo. Su presidente, Jesús Ambel, me solicitó, una conferencia para dar visibilidad y conocimiento a la sociedad sobre la cuestión en el siglo XXI. La conferencia tiene dos partes diferenciadas: primero estableceré el contexto y hablaré de los orígenes, que están en el siglo XIX en Madrid con la fundación del primer Ateneo, éste sentó las bases del movimiento, de las actividades y de sus necesidades. Yo pretendo trazar un mapa de la situación hasta determinar lo que creo que será el futuro, partiendo de un análisis que hago de nuestro presente, sobre todo el andaluz, que desde mi punto de vista, es brillante. Somos ahora mismo la Federación de España con mayor número de ateneos inscritos y con mayor fuerza y actividad con 30 ateneos federales. 

-De cara ese futuro, ¿cuáles serán los objetivos que se propone la Federación y los diferentes ateneos andaluces?

-El ateneísmo, como voy a intentar demostrar a lo largo de la conferencia, es siempre un movimiento local, aunque luego nos federamos para tener objetivos comunes y aprender los unos de los otros, en la práctica cada ateneo tiene que desarrollar una programación acorde con el lugar donde se encuentra, por lo que cada Ateneo tiene una programación y unos objetivos comunes. Lo importante es que el ateneo siempre aspira a rellenar aquella parte de las necesidades culturales de su entorno que no cubre la administración o que no cubren otras instituciones, por eso somos movimiento cultural privado más importante de España, porque somos independientes y hacemos lo que no hacen los demás.

-¿Cuál diría que son los retos o las mayores dificultades de los ateneos en el siglo XXI?

-El reto fundamental de los ateneos es el de la afiliación. He empezado a plantear un nuevo paradigma, porque en los tiempos que vivimos probablemente el asociacionismo esté en retroceso en cuanto al número de asociados. Hoy en día es mayor el hecho participativo que el asociativo. Nos interesa mucho más que venga más gente a las actividades que organizamos que tener muchos socios y que nadie venga nunca. 

-¿Cómo ve el panorama de la cultura entre la juventud? ¿Es un reto el acercar los ateneos a la juventud?

-Es claramente un reto, pero ya hay algunos ateneos que nos están demostrando cómo hacerlo. Por ejemplo, el Ateneo de Málaga (que es el más vanguardista ahora mismo) organiza unas sesiones de Poetry Slam y la asistencia de jóvenes es brutal, aunque no conseguimos ni un solo socio, pero nos importa más que la gente venga y se familiarice porque, aunque no lo sepan todavía, dentro de 10 años seguro que serán ateneistas porque se darán cuenta de que el Ateneo les ha ofrecido algo que no le han dado otras instituciones y es una plataforma desde la que pronunciarse libremente. 

-¿Cómo pretenden entonces financiarse los ateneos si el número de socios no se va ampliando? 

-Cuando un ateneo consigue que las actividades que organiza tenga un alto de nivel de participación, no creo que encuentre demasiados problemas en conseguir en su entorno socios por mecenazgo, no es ninguna locura que una empresa pueda colaborar con el ateneo de su zona con 500 euros al año, porque esa cantidad es asequible y si sumas las cantidades se pueden organizar muchísimas actividades. Si me baso en mi experiencia de más de 25 años de ateneísta, lo que nos da la independencia es tener socios colaboradores que vienen porque lo que hace el ateneo atrae a la gente y su marca junto al prestigio del ateneo. En resumen, uno de los retos de los ateneos es la búsqueda de patrocinadores. 

-Algunos creen que en el futuro las humanidades van a extinguirse. ¿Son los ateneos una forma de asegurar y proteger la supervivencia de la cultura? 

-Sin duda, no me canso de decir que los ateneos son la Cruz Roja de una cultura, somos como una ONG que llevamos cultura allí donde no llega y siempre habrá alguien que invierta y conserve en algún modelo cultural. Siempre habrá personas que lleguen a la conclusión de que tienen que unirse para ofrecer esos entornos, y eso es precisamente un ateneo. 

-¿Cuándo surgió la Federación de Ateneos de Andalucía y qué le motivó para presentar tu candidatura a la presidencia?

-La federación se creó en 2012 cuando se unen 8 o 10 ateneos fundadores. Yo he sido socio del Ateneo de Málaga desde hace más de 20 años, en un determinado momento en 2020, la junta directiva de la Federación me pidió que me presentase a la presidencia y así lo hice. Asumí esa responsabilidad y voy a comenzar mi cuarto año. Lo que me motivó y me sigue motivando es que yo creo sinceramente en el movimiento ateneísta, creo que juntos conseguimos mucho más que separados, que aprendemos unos de otros y que nos necesitamos. 

-¿Eso fue lo que te motivó también para entrar en el Ateneo de Málaga hace 27 años?

-Bueno, fue más el hecho de que es la única institución privada que daba respuesta a una serie de necesidades culturales de la ciudad. La administración tiende siempre a un modelo de estructura-espectáculo muy bien dotada económicamente, pero que, al final, deja fuera a la mayoría de agentes culturales que tienen inquietudes. Es muy fácil que un ayuntamiento tenga dinero suficiente para traer a Mario Vargas Llosa, pero la joven fotógrafa de gran talento no tiene donde exponer su obra, y ese es el lugar y la labor de los ateneos. 

-Fue nombrado presidente justo cuando se decretó el estado de alarma, me imagino que con la pandemia la labor no ha sido como usted se esperaba. ¿Ha enfrentado dificultades o ha cambiado  percepción en algún sentido?

-Fue una situación curiosa porque hemos crecido un 40% aún atravesando toda la pandemia y los confinamientos. No solo es merito mío, sino de la gestión de toda la junta directiva. El confinamiento tuvo algo bueno, como sociedad nos dimos cuenta de que necesitábamos la cultura, la gente se dio cuenta de que necesitaba llenar con cultura espacios de su vida que estaban vacíos y llevó a gente de muchos lugares a constituirse en ateneos.

-La pandemia ha dado lugar a nuevas formas de hacer llegar la cultura a la población,  ¿qué le parecen los resultados obtenidos? ¿Piensan conservar algunas de ellas?

-Sí, los ateneos descubrieron que para seguir manteniendo su programación debían acudir a la tecnología. La retrasmisión de las conferencias u otros eventos por streaming, significó que todos los ateneos comenzasen a participar en las actividades de otros, con lo cual el movimiento ateneísta se diversificó más que nunca y hemos descubierto en la tecnología una herramienta fantástica y no estamos dispuestos a renunciar a ella. La mantendremos junto a todas nuestras demás funciones. 

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