El Centro de Documentación Musical acoge hoy, a partir de las 13.00 hora un curioso concierto: el que ofrecerán el pianista Juan Miguel Hidalgo y la soprano Ana Huete de pianola y voz. Hidalgo y Huete interpretarán juntos Canciones y tonadillas, de Enrique Granada, una pieza que el pianista quiso definir como "una pequeña maravilla oculta".

Posteriormente, Hidalgo interpretará al piano, en solitario, las obras Sacromonte, de Joaquín Turina, Granada, de Isaac Albéniz, y Canción número 6, de Canciones y danzas, de Federico Mompou. Previamente a la actuación, que durará en torno a 45 minutos, el director del Centro de Documentación Musical, Reynaldo Fernández Manzano, explicará el funcionamiento de instrumentos mecánicos como el famoso organillo madrileño o la propia pianola impulsada por pedales y un sistema hidráulico.

La pianola es un piano que puede sonar sin la intervención humana. Unos rollos de papel perforado instalados dentro del piano comienzan a girar bien por el manejo de una manivela o por un sistema de fuelles. Al girar, mueven los partillos del piano y éstos, a su vez, mueven las teclas interpretando una composición musical. Una pianola tiene, técnicamente, el mismo mecanismo que una caja de música.

Su uso se hizo muy extendido a comienzos del siglo XX y muchos compositores se sintieron atraídos por la idea de componer para pianola. Entre ellos destacan autores de la talla de Edvard Grieg, Gyorgy Ligeti, Enrique Granados, George Gershwin o George Antheil. Posteriormente, el instrumento cayó en desuso y ahora está considerado como una gran reliquia musical.