"Julio César, Hernán Cortés y Bush se justificaron con el mismo discurso"

El escritor rescata de las brumas de la Historia a un antihéroe que se pasa al bando de los mayas durante la conquista de América · Afirma que no tiene sentido a estas alturas pedir perdón por la colonización

Mateo-Sagasta pone luz a la historia oculta de la conquista de América.
Mateo-Sagasta pone luz a la historia oculta de la conquista de América.
G. Cappa / Granada

30 de enero 2011 - 05:00

Su apellido retrotrae a l liberalismo del siglo XIX. Incluso su barba le confiere cierto aspecto retro, casi decimonónico. Pero en el cara a cara desmiente la primera impresión. Es un hombre absolutamente actual que escribe novela histórica. Alfonso Mateo-Sagasta se hizo la noche del viernes con la III edición del Premio CajaGranada de Novela Histórica con Caminarás con el sol, donde se sumerge en las brumas de la Historia para rescatar la historia de Gonzalo Guerrero, un conquistador español del siglo XVI que acaba siendo conquistado.

-¿La novela histórica ayuda a comprender mejor la Historia?

-Es como decir que las Guerras Napelónicas son incomprensibles sin leer a Tolstói, que la mejor descripción de la batalla de Borodino y de Austerlitz está en Guerra y Paz. Pues sí y no. No puedes esperar de una novela de este tipo una lección histórica pero sí una perspectiva diferente. Parece que la novela histórica tiene una obligación social, que permite aprender de una manera lúdica. Yo creo que esa ficción no existe, lo que pasa es que hay una ruptura entre los historiadores profesionales y la sociedad. Los textos de Historia no son amenos, nadie los lee, pero la gente tiene interés por conocer su pasado y eso lo suple la novela histórica de manera amena. Por ejemplo, el que lea mi novela va a pensar que Hernández de Córdoba era una bestia, hace el papel de malo en la novela porque personifica todo lo que pasó.

-¿Ha indagado en el Archivo de Indias o ha utilizado otras vías?

-He utilizado las Crónicas de Indias. Procuro no meterme en los archivos porque es una trampa, una red. Te metes en un archivo y no sabes qué vas a sacar y cuándo vas a salir. Me parece un trabajo excesivo para un novelista.

-Volviendo a la increíble peripecia de Gonzalo Guerrero, su vida demuestra una vez más que si los estadounidenses tuvieran nuestra historia no tendrían esa crisis de buenos guiones...

-Es un personaje increíble que ha pasado desapercibido y que en la historiografía española aparece como un traidor. Es un personaje maldito y maravilloso para una novela porque existió pero puedes hacer lo que quieras con él, porque solo hay referencias sesgadas, es una sombra dentro de las crónicas. La novela está escrita en primera persona, la escribe Gonzalo Guerrero.

-¿Qué elemento considera clave en la conquista de América?

-El concepto de colonización de la época era privado. El rey no coloniza tierras, los hombres que desembarcan allí financian las expediciones de las que el rey se lleva una parte, el famoso quinto real. Cuando Hernández de Córdoba monta una expedición para buscar esclavos él financia la expedición y claro, busca costear esa inversión y por eso se dan los desmanes. Por eso se interrumpe la conquista del Yucatán cuando se descubre Perú porque allí había oro.

-¿Es la imagen del español duro y desesperado que tanto utiliza Pérez Reverte en sus novelas?

-Claro, es gente excepcional. Por eso es tan complicado hablar de este tema. Por una parte es gente de una dureza extrema, muy violenta, con una crueldad y una agresividad tremenda y al mismo tiempo realizan la mayor gesta de la humanidad. Con muy pocos hombres se conquista un continente en apenas 50 años. Y claro, ahí pasa de todo. Además, se encuentran con dos grandes imperios establecidos, lo que por otra parte les facilita la vida porque cuando conquistan la cabeza de esos imperios se hacen con un territorio descomunal. No les pasa en el Yucatán. Conquistan el altiplano mexicano en cinco años y sin embargo tardan 150 años en conquistar el Yucatán y la selva del Petén.

-En el lado contrario, ¿cómo se ha movido entre la imagen del 'buen salvaje' y la de los despiadados mayas de los sacrificios humanos?

-Es la teoría del buen salvaje la desarrolla De las Casas diciendo que el indio es puro, bueno, de una pureza absoluta. Y eso no es verdad. Pero es cierto que los franciscanos y los dominicos jugaron un papel importante a la hora de defender al indio ante la rapiñería de los que llegan allí para conseguir oro, tierras o lo que sea. La disputa ideológica es tremenda entre franciscanos y dominicos y los que por otro lado decían que eran homúnculos. Hay que tener en cuenta que esta gente llega a América con una mentalidad medieval-renacentista. De hecho, a los templos mayas y mexicas les llaman mezquitas porque son tíos que acaban de salir de la Guerra de Granada. Es una cosa extraña. De hecho hay muchos sitios en América cuyos nombres están sacados de las novelas de caballerías, como Patagonia o California. Es como si nosotros descubrimos un planeta nuevo y a su jefe le llamamos Obi Wan Kenobi si el tío que llega allí ha visto La Guerra de las Galaxias. Si hubiera que hacer la geografía de un mundo nuevo ahora seguro que estaría muy relacionada con la literatura y el cine porque es inevitable. Y eso se ve en esta época. Los hombres que llegan allí conocen la leyenda del Preste Juan, los viajes de Marco Polo, Tamerlán...

-Pero esto ya implica un cierto nivel cultural en los conquistadores...

-Es lo increíble. Los cronistas de indias son ellos. Bernal Díaz del Castillo estuvo en la expedición de Francisco Hernández de Córdoba , fue derrotado por un ejército maya y en teoría, según Jerónimo de Aguilar, Gonzalo Guerrero estuvo detrás de esa derrota. Y Díaz del Castillo estuvo allí. Hay muchos hombres del Renacimiento que son soldados y además escriben y saben comunicar lo que están viviendo. Son escritores que están metidos en esa vorágine con su espada.

-Pero los españoles no se limitaron a sus crónicas de la conquista. Aprovecharon para hacer desaparecer también el pasado de los indígenas.

-Diego de Landa destruye los códices mayas porque considera que son satánicos. ¿Es un acto vandálico? Claro, lo mismo que hemos visto hace poco en Sarajevo. ¿Qué hacen los serbios para destruir a los musulmanes? Pues destruir sobre todo sus bibliotecas porque al final, si rompes la conexión de un pueblo con sus raíces, lo destruyes.

-Es la historia del hombre desde que se inventó la escritura.

-Hay una cosa muy curiosa. El discurso de Hernán Cortés justifica la invasión de México ante el rey y ante Dios porque al fin y al cabo están llevando la religión, la verdad, la equidad y la justicia a un mundo salvaje. El discurso es igual al de Julio César cuando arrasa a los galos y muy parecidos a su vez al de Bush cuando invade Iraq, venimos a traer la civilización y Dios está de nuestro lado. Lo que no tiene sentido a estas alturas es que pase en el siglo XXI. Comprendo que Julio César y Hernán Cortés utilizaran estos argumentos. Y además no es algo exclusivo del mundo occidental. Lo primero que hizo Izcoatl al llegar al poder fue destruir los textos antiguos de su propio pueblo y reescribir la historia para convertir a los aztecas en un pueblo predestinado a gobernar, que es lo que le interesa a todos los gobernantes. La historia es una materia plástica sometida constantemente a presión y negociación social.

-Dice el presidente del jurado, José Calvo Poyato, que la novela histórica no debe entrar en terrenos que aún hoy levanten ampollas. Después de cinco siglos, la colonización de América sigue generando encendidos debates. En Granada no hay más que observar la cíclica polémica sobre el Día de la Toma.

-La ventaja de la Historia es que continuamente nos la estamos replanteando y recontando. Si eres musulmán, la caída de Granada fue un desastre aunque era un reino condenado a la extinción. En el caso de la conquista de América se habla de si fue conquista o encuentro de cultural. Desde luego encuentro de cultural no fue. Efectivamente se encontraron, pero un pueblo estaba en el renacimiento y otro en el neolítico que acabó sometido por una superposición cultural. ¿Somos responsables de eso?

-¿No hay que pedir perdón como insisten desde algunos sectores?

-Yo creo que no. Ahora mismo, los que están allí son tan españoles como indios. ¿Los mexicas deben pedir perdón a los tarascos por haberlos masacrado? Pues no tiene sentido a estas alturas. ¿Se habla español sólo aquí? Pues ahora mismo el español es tanto patrimonio nuestro como de los argentinos, los mexicanos o los catalanes. El español que hablamos ahora es universal y patrimonio de todos. De lo que tampoco se nos puede culpar es de las enfermedades. ¿Que murieron millones de indios? Sí, pero la expansión de la viruela no es culpa nuestra.

-¿Cómo ha condensado una historia con tantas aristas? ¿Cuántas páginas ha necesitado para contar la historia de Gonzalo Guerrero?

-Pues curiosamente es una novela muy corta, tiene sobre las 260 páginas. Todo está muy medido.

-En el género histórico no abundan precisamente la contención a la hora de escribir.

-Yo soy muy consciente de que en una novela hay que elegir muy bien qué quieres contar. En este caso estaba la opción de contar la historia de Gonzalo Guerrero desde que naufraga hasta que muere al frente de un ejército maya luchando contra los hombres de Alvarado.

-¿El Gonzalo Guerrero del siglo XXI sería un marine que se pasa al otro bando en Iraq?

-Sí, sería algo tan asombroso como eso. Imagínese un marine rubio de ojos azules que acaba pegando tiros al lado de Osama Ben Laden, sería el gran traidor.

-Compara al protagonista de su novela con el de 'Bailando con lobos' o el de 'Avatar'.¿El héroe es más atractivo si es un antihéroe?

-El protagonista de Bailando con lobos es un traidor que se pasa el otro bando y tú te acabas pasando con él. Lo mismo pasa en Un hombre llamado caballo, cuando comienza a entender que no son unos salvajes, que es otra cultura. Avatar es lo mismo, un marine que llega a un mundo que curiosamente está inspirado en el mundo maya y empieza a entender que no son unos monstruos azules. Y se acaba pasando al otro lado. Gonzalo Guerrero es un traidor pero también un héroe. Para sus compañeros no hay nada peor que Gonzalo Guerrero porque no solo les abandona, sino que además enseña a los mayas cómo matarles.

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