Literatura | Lorca y las canciones de cuna

Un mapa melódico de España

  • Lorca definió las nanas como una "pequeña iniciación de aventura poética" en una apasionante conferencia que ahora publica la editorial Pepitas de calabaza

Un retrato del poeta granadino.

Un retrato del poeta granadino. / G. H.

"Duérmete, niño, duérmete ya, que viene el coco y te comerá". Las nanas forman parte de la memoria sentimental de muchos y evoca eso que Rilke llamó "la verdadera patria del hombre": la infancia. La mayoría suele tener un vago recuerdo de ellas en la memoria; una experiencia vivida en primera persona a edad temprana de la que Federico García Lorca tiene una apasionante y singular visión. Su conferencia sobre las canciones de cuna, publicada ahora en una manejera edición por Pepitas de calabaza, será un auténtico descubrimiento para todos aquellos que una vez cayeron presos del sueño con estas cancioncillas populares.

El poeta ensalza en esta conferencia, pronunciada por primera vez en 1928 en la Residencia de Estudiantes, "la gran labor que realizan las nodrizas llevando el romance, la canción y el cuento a las casas de los aristócratas y los burgueses". "Los niños ricos saben de Gerineldo, de don Bernardo, de Thamar o de los amantes de Teruel, gracias a estas admirables criadas que bajan de los montes o vienen a lo largo de nuestros ríos", continúa. El propio Federico sabe de lo que habla: él también fue criado por nodrizas durante su infancia y ellas mismas le cantarían esas nanas.

"Él tiene criadas. Esto es importante saberlo.Él habla de las amas de cría como las grandes transmisoras de todo ese repertorio para los niños ricos. Parece un poco clasista, pero cuando uno lo lee bien sabe que se trata de una reivindicación de esas figuras”, aclara José Javier León, el prologuista del libro. "Las grandes protagonistas de su obra, las mujeres, habían de serlo, asimismo, de esta conferencia, por fuerza: madres, nodrizas, domésticas y niñeras son su voz cantante", dice el escritor en el inicio de su prólogo.

"Su primera gran influencia literaria es la canción añeja, la canción popular tradicional"

Portada del libro publicado por Pepitas de calabaza. Portada del libro publicado por Pepitas de calabaza.

Portada del libro publicado por Pepitas de calabaza. / G. H.

Para el profesor, las nanas tienen un valor literario, poético y musical "enorme". En el caso del dramaturgo también, ya que en palabras del experto lorquiano, "su primera gran influencia literaria es la canción añeja, la canción popular tradicional. Ahí está la nana". León define las canciones de cuna como "puntales de la vida, parte de nuestra memoria sentimental y estética, mientras que Federico habla de "pequeña iniciación de aventura poética", de "primeros pasos por el mundo de la representación intelectual" para el infante. "Al final de nuestras vidas no será una gran sinfonía de Beethoven lo que recordemos, sino una pequeña canción que bailamos con 20 años con alguien a quien queríamos", zanja León.

¿Ese apego por lo popular, sumado a su propia experiencia siendo un niño, le hizo valorar más las canciones de cuna? "En su propia familia había un enorme oído musical. No quiero incurrir en riesgos de lapidaciones flamencológicas. Su interés por el cante es una extensión, una parte, de su interés general por la canción. A él se las cantaron desde pequeño su familia y él las siguió cantando", explica el prologuista.

El prologuista cree que Lorca habla de un tema tabú durante su conferencia como es el de las madres que conciben sin desearlo. "No debemos olvidar que la canción de cuna está inventada por las pobres mujeres cuyos niños son para ellas una carga, una cruz pesada, con la cual muchas veces no pueden. Cada hijo, en vez de ser una alegría, es una pesadumbre, y naturalmente, no pueden dejar de cantarles, aun en medio de su amor, su desgano de la vida", reflexiona. ¿Fue un adelantado a su tiempo? "Lorca es el gran clásico moderno. Siempre nos dice cosas nuevas. Me acuerdo de aquella campaña en tele y en prensa de mujeres que se quejaban de la necesidad de expresar la felicidad del parto y del postparto. Ser madre no es un camino de rosas y eso lo explica bien Lorca cuando menciona una añada (nana en asturiano)", reconoce.

Diferencia entre las nanas europeas y las españolas

Durante la "magistral" conferencia, Federico opina que "España usa sus melodías de más acentuada tristeza y sus textos de expresión más melancólica para teñir el primer sueño de sus niños". "Pero esta melancolía no es accidental, tal como sucede en las suaves y monocordes nanas europeas cuyo objetivo es dormir al niño; no, las hispanas procuran, aparte de apaciguarlo, herir su sensibilidad. Su carácter, a más de utilitario, sería poético", señala León. Las nanas españolas tampoco se parecen a las canciones de cuna rusas, "aun teniendo el oblicuo y triste rumor eslavo, pómulo y lejanía, de toda su música, no poseen la claridad sin nubes de las españolas, el sesgo profundo, la sencillez patética que nos caracterizan", sostiene el poeta.

El Coco, una abstracción poética

Las madres recurren a menudo a la figura del Coco en sus nanas para dormir al niño. Según Lorca, "la fuerza mágica del Coco es precisamente su desdibujo; se trata de una abstracción poética y por eso el miedo que produce es un miedo cósmico". "Me parece una percepción muy inteligente. No le ponían cara. Era el miedo en el sentido abstracto", recalca León. "En el sur, el Toro y la Reina Mora son las amenazas; en Castilla, la Loba y la Gitana; y en el norte de Burgos se hace una maravillosa sustitución del Coco por la Aurora", cuenta el escritor.

En las canciones de cuna, reconoce Federico, "no solo gusta de expresar cosas agradables mientras viene el sueño, sino que lo entra de lleno en la realidad más cruda y le va infiltrando el dramatismo del mundo". Un ejemplo está en la nana del galapaguito, que luego grabaría como Nana de Sevilla en un disco junto a la Argentinita: "Este galapaguito no tiene madre, lo parió una gitana. Lo echó a la calle".

¿Las nanas representan el carácter de un país? "Lorca tiene una visión federalista en lo cultural de España muy bien urdida. Me identifico mucho con esa visión", responde León. "Podríamos hacer un mapa melódico de España, y notaríamos en él una fusión entre las regiones, un cambio de sangres y jugos que veríamos cambiar en las sístoles y diástoles de las estaciones del año", se despide el autor granadino, cuya detallada conferencia tiene como protagonista las nanas de "la mujer pobre, que le da al mismo tiempo, en su cándida leche silvestre, la médula del país" al niño rico.

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