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María Dueñas: jugando a Mozart

  • La violinista granadina de 11 años debuta esta noche como solista junto a la OCG en un concierto dirigido por Andrea Marcon en el que interpretará el 'Concierto para violín núm. 1'

María Dueñas tiene 11 años, debuta esta noche como solista con el Concierto para violín núm. 1 de Mozart y está tan nerviosa como el encargado de picar las entradas. La violinista granadina inicia su carrera junto a la OCG en un concierto que cuenta además con la dirección de Andrea Marcon, director titular de la orquesta. El italiano, por su parte, se muestra exultante con la capacidad interpretativa de Dueñas, como un buscador de oro que se topa de repente con una mina. "Me impresiona su tranquilidad, es como si se transportara a otro mundo, por eso tiene una conexión perfecta con la música, porque un intérprete tiene que olvidarse de todo lo que lo rodea y meterse dentro de la partitura", explica Marcon. "Es como cuando ves una iglesia antigua desde fuera y los vidrios no dicen nada, pero cuando entras te das cuenta de la explosión de color, y esto es lo que tiene que pasar en la música y esto es lo que pasa con ella", prosigue el maestro italiano en su despacho ante María Dueñas, erguida en su butaca como si estuvieran hablando de otra persona. Todavía no han comenzado los ensayos pero ya ha desenfundando su violín. Al fondo, su padre está casi más nervioso por la entrevista que por el estreno de su hija al frente de la OCG. Marcon continúa describiendo a la protagonista y destaca que, aunque el violín es un instrumento difícil de gobernar y hay que ser muy maduro, ella es capaz a su edad de tocar el Adagio de Mozart de forma increíble. "Puedo decir que su interpretación es ideal, Mozart puede estar contento, no tengo el más mínimo deseo de hacer este concierto con otro solista, lo que para mí es el mejor elogio", relata Marcon, que tenía pensado otro concierto para esta noche pero que tiró directamente el programa a la basura cuando conoció a María Dueñas el año pasado.

La joven comenzó a tocar el violín con 5 años de forma espontánea. "Mi padre me llevaba a conciertos en el Manuel de Falla o en el Palacio de Congresos y miraba a los músicos y pensaba que algún día me gustaría ser como ellos", relata María Dueña horas antes de que su sueño se vea hecho realidad con apenas 11 años, mientras que otros niños de su edad siguen fantaseando con ser bombero. Por eso ahora se ha fijado nuevas metas y dice que también le gustaría ser director de orquesta. "Yo seré tu asistente y te explicaré qué tiene que hacer un director", dice entre risas el maestro italiano, que se muestra todavía más sorprendido cuando descubre que incluso ya ha hecho alguna composición. "Pero tienes que tener en cuenta que cuando una orquesta da un gran concierto todo el mundo dice que los músicos han estado sensacionales, pero si el concierto es malo todos los palos son para el director", asegura Marcon en una comparación que también sirve para su paisano Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid.

Respecto al número de horas que emplea cada día en ensayar recalca que no puede calcularlo porque depende de los deberes del colegio. "Estoy el tiempo que me apetece", señala. En este momento interviene de nuevo Andrea Marcon, que apostilla que "la música siempre deber ser un placer". "Ella toca con mucha pasión, para ella tocar es como beber agua, es algo natural, algo común entre los chicos que quieren hacer música, claro que es un trabajo muy intenso pero también es un placer", afirma mientras el padre de la violinista asiente con la cabeza, en las antípodas del progenitor que quiere que su hijo sea todo lo que él no pudo ser.

Marcon trabaja con jóvenes de 18 y 19 años en su academia de Basilea, gente que ya sabe que se va a dedicar profesionalmente a la música y que trabaja un mínimo de tres o cuatro horas al día en perfeccionarse y en ampliar su repertorio.

En cuanto a su música preferida, María Dueñas tiene claro quienes tienen un lugar preferente en su estantería de cedés. "El primero Vivaldi, sobre todo los conciertos tardíos que compuso, en segundo lugar Bach, sobre todo las obras que escribió para violín solo, y en tercer lugar Pablo de Sarasate, sobre todo Los aires gitanos", enumera. "¿Los tocas todos?", pregunta con verdadero interés Marcon. "Sí", responde María con naturalidad.

Y cuando está en el escenario y ve a 1.000 personas pendientes de cada nota de su violín, ¿consigue abstraerse y centrarse sólo en la música? "Sí", responde la joven, "sólo me concentro en la música", continúa la joven, alumna de la violinista de la OCG Annika Berscheid y de la maestra Ana Chumachenco, de la que recibe clases periódicas.

Marcon no puede evitar reírse y recordar su propio debut con una orquesta con 16 años, "tieso y lleno de miedo". "Pero ella toca con su orquesta, para ella es de lo más normal interpretar a Mozart en el auditorio", señala.

Y aunque apenas tiene 11 años, ya viaja con asiduidad con su violín como equipaje de mano. María Dueñas es segundo premio en el Concurso Internacional Valsesia Música de Italia, segundo premio en el Concurso Sforzando de Berlín y primer premio y premio especial del jurado del Concurso de solistas del Conservatorio Ángel Barrios de Granada en la categoría profesional. "Tiene una sensibilidad especial para tocar a Bach, ella puede tocar algo muy virtuoso, pero también algo más simple, que es donde se ve si un intérprete es también un músico, porque no siempre los virtuosos son músicos, como alguien que da mil notas en un minuto, pero tocar un Adagio de Mozart es lo más difícil, tiene pocas notas y hay gente que no sabe sostenerlas, por eso es aquí donde se escucha el verdadero talento", continúa Marcon sin preocuparse de que son casi las cinco, que el ensayo comienza en pocos minutos y de que tiene el bocadillo de jamón sin empezar esperándole en la mesa de su despacho.

Por último, cuando le preguntan si escucha a Shakira o Beyoncé, no le hace falta abrir la boca para saber que no escucha este tipo de música. Incluso Marcon dice desconocer quién es la artista de Barranquilla y sólo la ubica cuando le dicen que es la mujer de Gerard Piqué, el defensa del Barça.

En este punto, María cede la última palabra al músico italiano: "María es un símbolo, intérpretes como ella salen una cada muchos años, y es de Granada, es el fruto de 25 años de OCG, también de una familia estupenda, pero talentos como este sólo surgen en torno a ciudades que tienen proyectos como el de la OCG", concluye. María Dueñas coge su violín para dirigirse al ensayo y Andrea Marcon se queda a solas con 'flauta' de jamón serrano.

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