Mira el reloj con nerviosismo. Tiene clase a las seis y no se la quiere perder. Tendrá que faltar mañana para presentar a las 12 horas en la Casa de los Tiros su primer disco, Cante flamenco. Una hora en la que un cantaor a la antigua estaría aún en la cama. Pero no es su caso. Es una estudiosa del flamenco, escucha con atención a su productor Juan Mesas divagar sobre la historia del flamenco. "El disco contiene ocho cantes, tres con un aire más actual pero siempre dentro de lo clásico", explica la cantaora almeriense pero criada artísticamente en Granada. Y además de su inseparable productor, el disco cuenta con una colaboración del guitarrista Gerardo Núñez y de José Luis Ortiz Nuevo, que ha compuesto algunas letras para el debut de la cantaora. También está Miguel Ochando, su guitarra de cámara, o Rafael Santiago.

Así, en los ocho cantes del disco, María José Pérez va de las alegrías a la malagueña corta de la Trini, pasando por seguiriya, tangos de Graná, soleá o taranto. Y bajo una majestuosa foto en el interior del disco, una frase define a esta joven cantaora que ya ha presentado su trabajo en Madrid y Jerez. "Jóvenes capaces de resolver un sudoku después de cantar una soleá tremenda". Y no es una frase curiosa sin más. En una velada en una bar de la ciudad, Pérez cantó una soléa acompañada a la guitarra de Gerardo Núñez. Y cuando este, animado, se disponía a seguir acompañándola, María José Pérez ya estaba enfrascada con una amiga resolviendo el sudoku de un periódico. Los críticos dicen que es de las pocas con un registro vocal capaz de acercarse a Vallejo y a continuación asemejarse a La Macanita. Pero María José Pérez se ruboriza y reclama humildad.

El disco fue grabado en el estudio de Fernando Romero compaginando sus estudios con las agendas de los músicos. "Modestamente, hago los cantes como los siento, intentando ser transparente", concluye la cantaora.