Mariola Cantarero encuentra a su alma gemela en los Arrayanes
La soprano granadina actúa mañana en el corazón de la Alhambra con un programa basado en el compositor granadino y en la copla tradicional
Mariola Cantarero está estos días más pendiente de Mario Picazo -el hombre del tiempo de Tele 5- que de cualquier otra cuestión. Para el concierto de esta noche en el Patio de los Arrayanes confía en su voz, en los arreglos musicales realizados ex profeso para ella, en su acompañante en el piano, en el seguro aplauso de sus paisanos... Todo está controlado, menos la meteorología, que amenaza con llevar agua a un lugar en el que, para los conciertos, con el que fluye en el estanque ya hay de sobra. Divertida y jovial, la intérprete protagonizará una de las noches más granadinas del Festival de los últimos años, con música de Ángel Barrios -de quien se conmemora el 50 aniversario de su muerte-, la voz de Cantarero y un espacio como el Patio de los Arrayanes en el corazón de la Alhambra. Eso sí, el pianista, Rubén Fernández-Aguirre es de Bilbao. "Yo estoy más acostumbrado a la lluvia", explicó por su parte el intérprete demostrando que el humor granadino ya corre por sus venas. "Ángel Barrios era un hombre muy vinculado al flamenco, su padre tocaba la guitarra y cantaba y en su música se ve la fusión del arte jondo con la música clásica, algo muy original", subrayó el pianista que acompañará a Cantarero y que, si finalmente llueve, tiene dos pianos Steenway a su disposición en el Auditorio Manuel de Falla, el lugar al que se trasladaría el concierto si finalmente la tormenta veraniega hace su aparición.
Esta primera parte del concierto se completa con obras de Joaquín Turina y Emilio Arrieta, que darán paso a otras piezas de temática española a cargo de maestros franceses como Georges Bizet, Léo Delibes, Maurice Ravel, Charles Gonoud y canciones de López-Quiroga arregladas por el Fernández Aguirre y Carlos Imaz.
"Es un honor poder cantar la obra de un paisano mío y, buceando en sus historia, me he sentido identificada en muchas cosas. Al parecer era una persona muy afable, muy agradable con todo el mundo, cordial, un hombre que tenía una visón de futuro extraordinaria... Luego, buceando en su música, tanto el maestro Fernández Aguirre como yo hemos encontrado una idiosincrasia granadina muy profunda, me he sentido identificada al momento con estas canciones, sobre todo con esa nostalgia del granadino, esa forma melancólica de ver la vida pero, al mismo tiempo, con una esperanza muy escondida", continuó por su parte Mariola Cantarero, que ha trabajado con directores como Zubin Mehta, Alberto Zedda, Jesús López Cobos, Daniel Oren, Campanella o Roberto Abbado.
La soprano también quiso destacar "el gran trabajo que se ha hecho con estas piezas para ajustarlas a su voz, después de bucear en las partituras para comprender lo que el maestro Barrios quería expresar. "El programa está muy ligado a ese misticismo árabe, esa música que nos lleva a la magia oriental. Y luego la copla, canciones muy nuestras que a veces están maltratadas y que nosotros intentamos llevar a nuestro terreno lírico, pero desde el profundo respeto a las raíces", continuó la cantante granadina ante de una de las noches más mágicas de su carrera. "Me estoy poniendo de los nervios, espero que no llueva y que podamos disfrutar de esta velada", concluyó.
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